Durante su intervención en la Mesa Redonda dedicada a la crisis energética, el ministro de Energía y Minas, Raúl García Barreiro, dijo que en Cuba hay interrrupciones del servicio eléctric “como en cualquier otro país”, y auguró que la Isla no sufrirá cortes como consecuencia de la falta de combustible.
El ministro reconoció que en los últimos días se han producido breves “apagones” en La Habana y en otras provincias, pero lo relacionó con problemas puntuales en las sub-estaciones, y negó que la generación de electricidad sea insuficiente.
La crisis de combustible, que afecta especialmente el transporte público y las actividades industriales, ha generado miedo sobre la llegada masiva de apagones, ya que la mayoría de la producción eléctrica del país proviene del petróleo.
García Barreiro, que acompañó a Miguel Díaz-Canel para proponer medidas de ahorro y evaluar la situación -calificada de “coyuntural”- dijo que "si hay que hacer un programa de apagones va a ser informado en cada una de las provincias", pero añadió que están trabajando para que no los haya.
El ministro pidió a la población, que consume el 60 % de la electricidad en el país, que reduzca el consumo energético y que organice las actividades en el hogar que consumen mayor electricidad fuera de los horarios pico.
Entre las sugerencias “solidarias” aludió a apagar una bombilla de 20 vatios en ese horario de mayor demanda energética.
En cuanto al transporte, ya se han notado los efectos esta semana con más gente en la calle “pidiendo botella”, ómnibus urbanos desbordados y largas colas en gran parte de las gasolineras en las que todavía se presta servicio.
Aun así, las autoridades aseguran que no cesará el suministro de diésel para automóviles particulares, aunque el transporte público urbano e interurbano por carretera y ferrocarril se ha restringido a servicios mínimos.
El ministro de Economía, Alejandro Gil, indicó, por su parte, que las autoridades darán prioridad en la asignación de combustible, a la producción de alimentos y su distribución a las tiendas, y a garantizar los servicios básicos sanitarios y educativos.
El ministro de Economía también descartó, como ya hizo también Díaz-Canel, que Cuba se halle al borde de otro “período especial”.
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