Este adolescente cubano de 16 años estudia, pero sabe que si no trabaja no podrán susbsistir ni él ni su familia.
Vive en el reparto La Guernica, de Camagüey, y aunque estudia Formación de Profesores Agropecuarios en el Politécnico Cándido González, también se dedica a realizar labores de construcción.
"Tengo que trabajar para mantenerme porque el gobierno no me da nada", dijo el joven a CubaNet.
Cuando le preguntan qué futuro tiene en Cuba con la carrera que estudia, él se limita a responder: "Ninguno".
No obstante, afirma que debe seguir estudiando para "graduarse de algo" porque si no el Estado cubano no le ofrece trabajo.
"Si eres un joven de clase media como yo y no trabajas, no vives", asegura.
Aunque es consciente de que cuando se gradúe el salario no le alcanzará para mantenerse, terminará los estudios y se dedicará al negocio por cuenta propia. Afirma que quizás abra una cafetería, una barbería o trabajará en la albañilería.
Además, tiene un plan bien definido: "Seguir trabajando, no parar e irme del país", dice.
Por último, el joven dijo que a muchos de ellos el Estado cubano los tilda de alcohólicos, fumadores o consumidores de droga.
"Quiero decirles que no es así, son muchos los jóvenes como yo que se dedican a trabajar", afirma.
Lamentablemente, hoy la mayoría de los jóvenes cubanos no ven un futuro en su país, por lo que se preparan profesionalmente para ejercer en otros países. La emigración sigue siendo una constante.
"Al paso que vamos, yo no pienso que esto mejore", dijo en una entrevista otro adolescente cubano a Martí Noticias.
"Yo veo a la juventud cubana perdida", dijo otro entrevistado, y agregó que la prostitución y la corrupción es algo que está en el día a día de los jóvenes cubanos.
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