El opositor cubano Yordi Amorós permanece desde hace un mes en un centro migratorio de Louisiana. Asegura que no le permiten tramitar su asilo político en Estados Unidos a pesar de tener pruebas de su activismo en Cuba, según explicó América Tevé.
"En Cuba soy un opositor independiente donde recibí bastante maltrato de la policía. Tengo suficientes pruebas para demostrarlo", asegura Amorós, quien mostró fotos de la golpiza que sufrió a manos de la policía cubana en agosto de 2017 por ser opositor.
El activista acusa al juez que lleva su caso de ignorar las pruebas que muestran el riesgo que corre si es deportado a la Isla.
A la espera de que se resuelva su caso continúa en el de detención donde, según explica, se encuentra en condiciones de hacinamiento. Durante su entrevista con el citado medio tuvo que cortar la comunicación por temor a sufrir las represalias de los guardias. "Vienen los guardias hacia aquí y nos meten para el hueco, una celda donde ya han ido como 10 personas", relató.
El abogado Willy Allén, por su parte, advierte que la corte de Inmigración en Louisiana es una de las que más niega los asilos políticos.
"Si te han negado el miedo creíble, te van a deportar. En particular en Lousiana ha habido dos casos, uno de los cuales perdí yo, en los que el juez de inmigración dijo que Cuba había cambiado, tenía un nuevo presidente. Y señaló que, aunque el preso en cuestión fue perseguido en el pasado, las nuevas condiciones de la Isla permitían que fuera deportado", explicó.
La esposa de Yordi, Ismary Ramos, dijo desde Estados Unidos que está haciendo todo lo que está en su mano para que se reconozca que su compañero sentimental es opositor en el territorio cubano.
"Sé que nadie lo va a poder sacar porque él está pidiendo asilo. Por favor que ese juez deje que demuestre las pruebas que tiene. Entiendo que entraron de forma ilegal a Estados Unidos y está pagando, pero es porque salen huyendo de su país", declaró.
"Tiene miedo de regresar a Cuba porque su vida peligra y tengo cómo demostrarlo. En Louisiana le están diciendo que son un alto riesgo para la sociedad de este país (EEUU), pero ellos no son criminales", concluyó.
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