La congresista estadounidense musulmana Ilhan Omar fue recibida el viernes por decenas de personas a su llegada al aeropuerto de Minneapolis–Saint Paul, en Minnesota bajo los cánticos de ¡Bienvenida a casa!".
Un gesto de apoyo que se produjo después de las críticas de Donald Trump hacia la legisladora en el mitin que celebró el pasado jueves en Greenville, Carolina del Norte. El dirigente estadounidense dijo que Omar tenía "una larga historia en el lanzamiento de viciosas y antisemitas diatribas".
En ese momento la multitud empezó a corear "¡envíala de vuelta, envíala de vuelta!", una reacción que se produjo días después de que el propio Trump lanzó un mensaje de contenido racista contra cuatro congresistas estadounidenses.
La polémica generada por los gritos de los seguidores del dirigente, llevó a Trump a distanciarse de lo ocurrido.
"Me sentí un poco mal por eso", dijo el mandatario a periodistas en la Casa Blanca. "Diría que no me hace feliz. No estaba de acuerdo con eso. Pero no lo dije. Ellos lo hicieron. Y no estoy de acuerdo con eso", añadió.
Los cantos de los partidarios del presidente de Estados Unidos atacando a Omar provocaron una oleada de preocupación entre los republicanos en el Congreso.
Alarmados porque el canto incendiario se convierta en un tema de la campaña electoral de 2020, líderes republicanos en la Cámara de Representantes hablaron sobre los posibles riesgos políticos en un desayuno con el vicepresidente Mike Pence, según el representante Mark Walker de Carolina del Norte.
"No podemos definirnos por esto. Esto no tiene por qué ser nuestro mensaje de campaña", señaló Walker a la prensa.
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