APP GRATIS

Dos homosexuales cubanos que llegaron a EE UU cuando el éxodo de Mariel cuentan su historia

La pareja recordó cuando en los años 70 la policía cubana asaltaba las salas de cine, y se llevaba a todos los que no les gustaba su aspecto para la cárcel.

 ©

Este artículo es de hace 4 años

Casimiro González y Manuel Rodríguez son dos homosexuales cubanos que huyeron de Cuba en 1980, tras la decisión de Fidel Castro de abrir el puerto de Mariel a todo el que quisiera irse. Una oportunidad que como ellos, aprovecharon miles de compatriotas para escapar de la persecución del régimen.

La historia de esta pareja se cuenta en la exposición 'Queer Miami: Una historia de las comunidades LGBTQ' en el Museo de Historia de Miami, que muestra la lucha de esta comunidad contra la discriminación y el aislamiento en los últimos años, sin obviar la influencia de los inmigrantes cubanos.

En una entrevista a The New York Times, contaron cómo se conocieron en un cine de La Habana en la década del 70, una época marcada por la represión.

“Los agentes de policía asaltaban a menudo las salas de cine. Las luces se encendían y reunían a todos los que no les gustaba su aspecto en autobuses, y los llevaban a la cárcel. También hacían eso en los cabarets”, dijo González.

“Tenía que tener mucho cuidado con las llamadas, porque a veces los teléfonos estaban intervenidos y podían oír todas las cosas que yo hablaba”, añadió Rodríguez.

La muestra 'Queer Miami…' tiene como objetivo rendir homenaje al 50 aniversario de la rebelión de Stonewall, y es una iniciativa del curador Julio Capó Jr., profesor asociado de historia de la Universidad de Massachusetts.

“El levantamiento del Mariel fue, entre otras cosas, una purga homofóbica de Fidel Castro, quien dijo que los que querían irse eran la escoria de la sociedad que nunca podría ser productiva para la revolución cubana”, dijo el especialista.

Para González y Rodríguez, dos de sus protagonistas, llegar a Estados Unidos fue el principio de una vida nueva.

“Recuerdo lo libre que me sentía. La primera vez que fuimos a una discoteca con unos amigos, yo decía: ‘¿Esto qué es?’ Nos quedamos con la boca abierta. Los hombres bailaban con los hombres, las mujeres con las mujeres. Empezamos a adaptarnos a todas estas cosas, que eran nuevas para nosotros”, relató Rodríguez, quien se considera estadounidense.

“Este era el país en el que estaba destinado a vivir”, sentenció.

Con él coincide su esposo. “Nunca olvidas tus raíces, pero me siento americano”, precisó.

¿Qué opinas?

COMENTAR

Archivado en:


¿Tienes algo que reportar?
Escribe a CiberCuba:

editores@cibercuba.1eye.us

 +1 786 3965 689


Siguiente artículo:

No hay más noticias que mostrar, visitar Portada