La casa para migrantes Senda de Vida, ubicada en la ciudad de Reynosa, en México, brinda actualmente albergue a 800 personas, cuando su capacidad es de apenas 200.
Muchos de los acogidos son cubanos, además de venezolanos, centroamericanos, africanos y rusos.
Héctor Silva, director del establecimiento, explicó que necesitan el apoyo del gobierno, puesto que ya no cuentan con alimentos ni ropas para darles.
“Muchos quieren irse, desplazarse a otro lugar. Me comuniqué con las autoridades de Migración, el delegado me pide esperar para saber en cuál de los puentes del país los pueden recibir y llevarlos de manera segura”, añadió.
Dentro de los cubanos, algunos han confesado al periódico El Bravo poseer recursos económicos. Tal es el caso de Aarón Laguna, quien admitió al referido medio que su estancia en el albergue podría impedir a otros migrantes sin dinero recibir ayuda.
“Eso lo sabemos, pero no tenemos otro lugar a dónde ir, no queremos gastar lo que tenemos porque, por ejemplo en mi caso, dentro de dos semanas se vence mi permiso y tendré que ir a otra ciudad a tramitarlo. En lo que eso pasa, estaré aquí”, dijo.
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