En medio de la escasez de alimentos que está padeciendo la Isla, el gobernante Miguel Díaz-Canel se dio esta semana un baño de masas en Santiago de Cuba, durante su segunda visita oficial, esta vez de dos días, al territorio.
Pese a las dificultades que enfrentan los cubanos para conseguir productos básicos como pan, aceite o huevos, a la salida de la sede del Partido Comunista en la provincia esperaban decenas de vecinos, aclamando al sucesor de Raúl Castro con vivas, incluso, a Fidel Castro.
"Yo lo que le pido a Santiago es que sigan haciendo cosas, que sigan defendiendo lo que están haciendo y que sigan demostrando al país que podemos hacer más", dijo Díaz-Canel a los allí reunidos.
Asimismo adelantó a sus seguidores que durante la reunión que ha tenido con cuadros del Partido en Santiago han tomado decisiones de las que "se enterarán por la prensa".
Según recoge Cubadebate, Díaz-Canel confesó en Santiago que las "condiciones actuales" están obligando a su Gobierno a "la creatividad" y a hacer "cosas novedosas y alentadoras", aunque no dio detalles de a qué se refiere.
Para el gobernante cubano, Santiago es "una provincia pujante".
Le acompañaron en el recorrido por el territorio, entre otros, el vicepresidente primero de su gobierno, Salvador Valdés Mesa, que adelantó que el Ejecutivo trabaja en adoptar medidas para que la Aduana frene la entrada de mercancías importadas de carácter no comercial que tienen como destino el mercado negro.
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