“Todos tenemos que construir viviendas”, dijo Miguel Díaz-Canel tras concluir el debate en la Asamblea Nacional del Poder Popular sobre el Programa de la Vivienda en Cuba; y esa frase resume el optimismo con que abordó el tema.
Durante su intervención, el gobernante reconoció que se trata de una de las áreas más problemáticas en el país, e instó a una paulatina recuperación con el concurso y cooperación de todas las partes implicadas.
Según lo indicado por Díaz-Canel, la responsabilidad de iniciar y materializar proyectos constructivos debe correr por parte de todos los organismos pertinentes del Estado, lo que incluye la formación de brigadas de construcción en cada municipio, a lo que debe sumarse el esfuerzo privado de los particulares por construir sus propias viviendas.
Llamó, igualmente, a la reorganización de locales para convertirlos en casas, y precisó que no es lo mismo construir desde los cimientos que readaptar o remodelar locales que ya dispongan de un buen diseño.
“Si en cada municipio se construyen 1.7 viviendas diarias, en 350 días hacemos más de 100 mil al año y rompemos el récord de construcción de viviendas en los municipios. Claro, eso no lo vamos a lograr el año próximo, pero tenemos que ir rompiendo la inercia e ir sumando año por año”, destacó en declaraciones recogidas por medios de prensa de la Isla.
Precisó, además, que en ese esfuerzo nadie “quedará nadie excluido y se utilizarán diferentes métodos para el emplazamiento de nuevos hogares”.
En lo relativo a la producción de materiales instó a reorganizarla como mínimo desde cada lugar. Insistió en que a nivel de municipios se debe estimular la producción de materiales con el fin de construir viviendas, y destacó que ello se corresponde con la intención del Proyecto de Constitución de fortalecer la autonomía municipal.
Subrayó que hay que que disminuir la "burocracia" en el área de la vivienda, que lo que trae es mayor corrupción, e indicó que se debe informatizar el sistema de la vivienda para evitar casos de corrupción y malversaciones que están afectando de forma considerable al sector.
“Tenemos que eliminar la práctica corrupta de funcionarios, inspectores y técnicos que están alrededor de esto”, concluyó.
Aprovechó para indicar que además de la construcción de nuevas viviendas, la producción de materiales debe ser “motivadora” para impulsar la reparación de las calles.
Hace poco de un mes, medios oficiales indicaron que Cuba prevé superar en los próximos 10 años el déficit de casi un millón de viviendas y así paliar uno de los problemas sociales más acuciantes de la Isla.
Actualmente en Cuba hay una carencia 929.695 casas, de las que hay que construir unas 527 mil y rehabilitar otras 402 mil, señaló recientemente en televisión la directora general de la Vivienda, Vivian Rodríguez.
En La Habana y Santiago de Cuba, las ciudades más pobladas de la isla y las más afectadas, el Estado tendrá una mayor participación, mientras que en el resto del país el 60 % de las construcciones serán por vía particular y el 40 % estatal, especificó la funcionaria.
La estrategia abarca 10 años para superar "el déficit habitacional. Sabemos que hay una demanda insatisfecha de recursos materiales y fuerza de trabajo, aspectos sobre los cuales también se han previsto acciones a implementar", señaló la directora de Vivienda.
La vivienda es uno de los principales problemas sociales de Cuba, un país de 11.2 millones de habitantes que cuenta con más de 3.8 millones de viviendas de las que el 39 % se encuentran en regular y mal estado técnico, según datos oficiales.
La escasez de materiales por la endémica crisis económica de la isla ha contribuido a deteriorar el parque inmobiliario nacional en las últimas décadas.
Hace unos cinco años, el Gobierno implementó un programa de subsidios y créditos para la construcción de casas, aunque el problema persiste debido al aumento de la población, al envejecimiento y la falta de mantenimiento de las edificaciones y al desvío al mercado negro de los materiales de la construcción que importa el Estado.
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