Tras 15 años sin visitar el Parque Lenin de La Habana, un joven youtuber cubano se lanza a comprobar el estado actual de sus atracciones principales, en su mayoría con claros signos de deterioro y ningún tipo de modernización tecnológica.
En un video publicado esta semana en YouTube, el joven graduado de economía Erick Wayne se adentró en lo que llamó “el parque de diversiones número uno” de la capital para reencontrarse con los aparatos que solía visitar cuando era niño.
El youtuber esperaba subir a la montaña rusa, pero tanto esta atracción como otras resultaron una decepción. “Nada de montaña rusa. ‘Fatality’ al canal… y yo estrenando equipos (de filmación). Se me han quitado las ganas y todo”, dijo.
Resignado, Wayne optó por probar la Oruga, una versión de la montaña rusa para los más pequeños. Como era de esperar, la atracción también se encontraba deteriorada y no gozaba de mucha popularidad entre los visitantes.
En 2007, el parque fue reparado totalmente y dotado de 28 equipos nuevos comprados a China, pero la falta de previsión para asegurar algunos suplementos y la insuficiente labor de mantenimiento redujeron la oferta recreativa a solo 18 aparatos. Y no todos funcionan.
Algunos, como los gustados inflables, ideales para los más pequeños, solo duraron cinco años y no pudieron ser reemplazados. La llamada montaña rusa fue dada de baja definitiva este año. Lo mismo le ocurrió al popular cosmonauta del parque de diversiones, al hidrodeslizador y los elefantes voladores.
Los clientes se quejan de que además de los pocos aparatos que trabajan y las infinitas colas para acceder a ellos, no hay apenas restaurantes ni cafeterías para comprar comida a los niños. Solo abren dos ranchones con una oferta reducida de alimentos.
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