Una zona de guerra parece el edificio #212 de la calle Muralla, en pleno corazón del Casco Histórico de La Habana. En medio de un área urbana protegida por su alto valor patrimonial, varias familias conviven entre mosquitos, ratas y escombros de derrumbes anteriores ante la negativa del Gobierno de brindarles un hogar digno.
Según recoge un reportaje del medio independiente Cubanet, los vecinos de Muralla 212 se sienten abandonados por las autoridades de la provincia, que solo les han ofrecido como alternativa el traslado a un antiguo politécnico en la periferia de la ciudad.
El deteriorado estado del edificio donde viven es notable: los pisos están hundidos, los ventanales de madera completamente desgastados, pedazos de paredes y escaleras yacen en el suelo y no hay agua corriente.
La vicepresidenta del gobierno (municipal) “se limpió el pecho”, según una vecina entrevistada por el referido medio. “Ella dice que nos dio (opciones de vivienda) fuera de La Habana. A ella, Marlén León Hernández, no le interesa nada de lo que nos pase a nosotros”, aseguró.
Otras vecinas comentan que ni siquiera se han dirigido a conocer las nuevas “casas” que el Estado les ha propuesto. “Ni entré a ver esas casas, no sé cómo están y la que me tocaba a mí todavía no estaba ni terminada”, relató.
“Después de dos años de espera nos llaman para darnos un albergue, que ellos le llaman casas, pero es un politécnico que está fuera de la ciudad con divisiones de pladur. Eso no es casa”, dijo Luciano Reinaldo Cuellar.
Reinaldo Cuellar reflexiona sobre el accionar de la Oficina del Historiador: “Si aquí en el municipio se están construyendo edificaciones, para quiénes son. Nosotros vivimos en el Casco Histórico, en la Plaza Vieja, entonces para quién son esas edificaciones”.
Durante un pleno ayer en la Asamblea Nacional, donde se gesta la nueva Constitución de Cuba, la ministra de Finanzas y Precios, Lina Pedraza, afirmó que “un programa humanista es el subsidio a personas de bajos ingresos para ejecutar acciones constructivas en sus viviendas”.
A este programa, señaló, el Estado le asignó una cifra superior a los 1.000 millones de pesos, beneficiando a más de 21 mil personas. “No obstante, quedan insuficiencias por atender, agilizar las entregas, mayor supervisión y el uso de la totalidad de los recursos financieros”, admitió.
La titular aseveró además que se respaldaron más de 46 mil acciones de conservación y rehabilitación, lo que benefició 101 mil viviendas, 11 mil apartamentos en edificios multifamiliares y 117 cuarterías.
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