Un año y tres meses después de su inicio, las obras de reconstrucción del puente sobre el río Toa están prontas a culminarse y desde ya ha vuelto a unir por carretera a las provincias de Holguín y Guantánamo, reportó la estatal Agencia Cubana de Noticias.
Según recoge el referido medio, ya fueron concluidos los trabajos de fundición de los últimos 75 metros de losa que restaban en ese vial, que colapsó tras el paso del huracán Matthew en octubre de 2016. Con este último paso, la obra en general se encuentra al 97% de su terminación final, como parte de la rehabilitación al que será sometido el vial entre las ciudades de Moa y de Baracoa.
La reparación de esa carretera beneficiará directamente a 26 asentamientos poblacionales con casi 90 mil habitantes, señaló Pavel Rodríguez Rodríguez, director del Centro Provincial de Vialidad en Holguín.
El directivo explicó que los trabajos incluyen el pavimento, los drenajes soterrados requeridos, los revestimientos de taludes y cunetas, además de la reparación de sus 25 puentes que hoy tienen limitaciones estructurales en el trazado de más de 67 kilómetros de la vía Moa-Baracoa.
La carretera permitirá el uso de los puertos de Moa y Antilla como alternativas al de Santiago de Cuba, para la transportación de mercancías hacia Baracoa, evitando riesgos para la navegación marítima en operaciones con patanas a través del Paso de los Vientos, y de igual forma evitará la circulación de rastras cargadas por el viaducto La Farola.
De acuerdo con Rodríguez, por la envergadura de este proyecto de construcción, se decidió además la instalación de una planta de asfalto con una capacidad de producción de 50 toneladas por hora y un molino de áridos para garantizar, entre ambos, la estabilidad en los trabajos del vial.
La ejecución del puente fue llevada a cabo por la Brigada Internacional Cívico Militar de Rescate y Asistencia Humanitaria Simón Bolívar, de Venezuela, y cuenta a la vez con la participación de especialistas cubanos del ministerio de la Construcción.
El puente mide 225 metros de largo por 11 de ancho y 11,8 de máxima altura y está erigido a 4,5 metros más alto que su antecesor, con una tipología de construcción venezolana que combina las estructuras metálicas con el hormigón reforzado, precisó la agencia.
El viaducto también tendrá una distancia entre sus luces o pilas de 50 metros, el doble del que fuera destruido por el huracán, para evitar la formación de palizadas durante las crecidas del Toa, el rio más caudaloso de Cuba.
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