La matanza que llevó a cabo Nikolas Cruz el pasado 14 de febrero en la escuela Marjory Stoneman Douglas podría haber sido mucho más sangrienta, según reveló CBS Miami.
Al parecer el homicida tuvo problemas con el fusil AR-15 que se atascó mientras trataba de acabar con la vida de más personas.
Antes de que su arma se atascara, el tirador intentó utilizar una ventana del tercer piso, situado en el lado oeste del edificio; para poder disparar mejor a los estudiantes y maestros que huían del centro.
Afortunadamente sus planes como francotirador se frustraron ya que el cristal a prueba de huracanes resistió los impactos de bala.
Cruz intentó volver a cargar el arma pero, al comprobar los problemas que tenía para seguir disparando, optó por lanzar la pistola en el hueco de la escalera y corrió hacia la planta baja para camuflarse entre los alumnos y huir.
El citado medio recogió que aún le quedaban más de 150 cartuchos de munición cuando huyó. Pese a todo la policía lo identificó y lo arrestaron sin problemas en la zona de Coral Springs.
En este sentido el senador republicano Marco Rubio ya aseguró, durante el debate televisado en 'CNN', que el mal funcionamiento del arma de Cruz fue clave para evitar una tragedia mayor.
"Creo que habrá pruebas de que en un momento crucial de esta tragedia, tres o cuatro personas están vivas hoy porque algo ocurrió con el arma de este asesino", aseguró el legislador.
Con imagen de Tribunal del Condado de Broward.
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