Un joven norteamericano, trabajador de una tienda de UPS en Kendall, Miami, ha protagonizado un lamentable suceso donde, finalmente, ha salido a relucir la xenofobia: profirió un insulto xenófobo a una clienta cubana.
Al local comercial, ubicado en el número 3577 del 14629 SW 104 St., llegó la joven, esposa de Ernst Prinstein, la persona que ha compartido el video con la denuncia en la red social de Facebook.
De acuerdo a lo que puede escucharse en el mismo, la joven pedía un descuento y le habría entregado al empleado - que luego se declaró "dueño" del negocio - un ticket no válido. Entre ellos se generó una disputa sobre el tema. Sin embargo, en algún momento de la conversación el trabajador hizo un comentario racista, al pronunciar la frase "f*** spanish."
La joven le pidió explicaciones acerca de por qué le hablaba así. Sin embargo terminó siendo expulsada de la tienda.
Llama la atención que un episodio de este tipo haya ocurrido en Miami, una ciudad multicultural, donde confluyen tantas culturas y nacionalidades.
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