Ivanka Trump ha tomado un gran protagonismo en la esfera política desde la llegada de su padre, Donald Trump, a la Casa Blanca. La "Primera Hija", como muchos la llaman popularmente, ha ocupado el papel que correspondería a la Primera Dama, Melania Trump.
Ivanka tuvo un papel relevante en reuniones con jefes de estado como Shinzo Abe, Theresa May,Justin Trudeau o Angela Merkel y ha participado también en reuniones y visitas oficiales del presidente. Incluso se anunció la semana pasada que Ivanka tendrá oficina en la Casa Blanca pese a no ser empleada del gobierno.
Esta situación ha sido cuestionada desde diferentes esferas de la sociedad estadounidense. Son muchas las voces que afirman que el papel de Ivanka en el gobierno entra en conflicto con los intereses personales y empresariales de la familia Trump.
En este sentido, Richard Painter, abogado de ética de la Casa Blanca durante la Administración de George W. Bush, aclaró que esta circunstancia no solamente es cuestionable sino que está expresamente prohibida en el reglamento del gobierno estadounidense.
Painter afirma que Ivanka podría seguir desarrollando un papel protagonista en la Casa Blanca evitando tomar partido en decisiones que pudieran tener relevancia para sus propios negocios como la política comercial.
Sí podría seguir desarrollando otras tareas como la defensa de los derechos de las mujeres, el cambio climático o la relación con Oriente Medio.
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