El activista cubano Orlando Luis Pardo Lazo ha ofrecido su propio punto de vista a partir de la intervención del opositor Antonio G. Rodiles, que ha cuestionado la utilidad y la razón de ser del proyecto de plebiscito “Cuba Decide”, liderado por Rosa María Payá.
Pardo Lazo parte de aclarar algunos aspectos que considera claves, el más importante de ellos: que “Cuba Decide” no es una plataforma de futuro para Cuba, y en ese sentido no compite ni cuestiona a ninguno de los proyectos políticos del cambio que se encuentran ahora mismo activos en la Isla.
Más allá de los 50 minutos de exposición de Pardo Lazo, Rodiles insiste y reitera sus argumentos:
“No tiene lógica hacer un plebiscito o consulta para preguntar sobre si deseamos o no ejercer nuestros derechos, sobre si debemos o no tener elecciones libres, esos son derechos y libertades innatas. Si el castrismo gana, ¿tenemos entonces que aceptar no luchar por nuestros derechos? Si se llegara a hacer el plebiscito y el régimen comete fraude, ¿no hay que pasar por las calles para protestar? ¿Estamos listos para eso? No tiene lógica que el régimen sea juez y parte en un proceso de esa naturaleza. Para terminar con una dictadura hay que ser objetivos y claros más allá de visiones que puedan parecer bonitas pero que la cruda realidad desmonta. A una dictadura de casi 60 años no hay nada que pedirle solo empujar para su muerte. Elecciones y consultas vendrán, eso es parte de la democracia, pero no de la mano del régimen. Hacerlo es darle legitimidad al verdugo. Por otra parte, no son válidas respuestas cargadas de ataques personales si se trata de una polémica política. Sería interesante que exista un debate público entre los impulsores de las distintas propuestas políticas de la oposición. Es hora que prime el realismo político”.
A lo que ha respondido Pardo Lazo:
“Cuando quieras se hace ese debate. Siempre es un placer polemizar con la gente libre. La Libertad en Cuba va a ganar si los cubanos pueden decidir en condiciones libres. Lo otro es hacer la Revolución. Un abrazo”.
No es un duelo de armas sino de ideas, y ojalá que de este intercambio quienes salgan ganando realmente sean los cubanos.
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