Santiago de Cuba, 4 dic (EFE).- En un acto privado, al que solo tuvieron acceso familiares, mandatarios y personas cercanos al recientemente fallecido ex presidente Fidel Castro, fueron depositados sus restos en el cementerio de Santa Ifigenia.
Ni a la prensa extranjera ni al centenar de personas que esperaban a las puertas para poder entrar a visitar la tumba les fue permitida la entrada a la ceremonia de inhumación.
La comitiva fúnebre con los restos del exmandatario, fallecido el 25 de noviembre a los 90 años, llegó ayer sábado a Santiago tras recorrer durante cuatro días los casi 1.000 kilómetros que separan La Habana de esa ciudad del oriente cubano, cuna de la Revolución.
El avance del cortejo fúnebre por la ciudad fue saludado por miles de personas a ambos lados de las calles que al paso del armón con la urna gritaban "¡Yo soy Fidel!".
La caravana con las cenizas de Fidel Castro partió esta mañana a las 6.40 hora local del Parque de la Revolución de Santiago de Cuba hacia el cementerio de Santa Ifigenia.
La urna con los restos fue depositada en el interior de una roca que, según algunas informaciones, fue traída de ese mismo enclave montañoso desde el que el ejército de barbudos protagonizó su lucha guerrillera.
La piedra grisácea, de más de cuatro metros de altura, es similar a la instalada en el Mausoleo del II Frente Oriental, en la montaña de Mícara, donde reposan los restos de Vilma Espín, esposa de Raúl Castro fallecida en 2007.
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