"Regrésamelo todo, corazón, cuando tengas un tiempo. Los días que me faltan sin tu luz, son feroces y hambrientos. La virgen y los rezos, la espada y los enanos, las playas y los vientos, regrésamelos pronto, corazón, es que me estoy muriendo. Regrésamelo todo, corazón, cuando sientas que existo. El beso que te di, tras el sillón, mi suspiro más tierno. Mi Peter Pan sin Wendy, mi lobo solitario y mis libros de cuentos, regrésamelos pronto, que aquí estoy, muriéndome por dentro. ¿Recuerdas la naranja, el dios del caracol y el poema de marzo, y la flecha de cuarzo que le robé a un ángel y clavé en tu pecho? La luna de rubí, el sol de porcelana las dos manos de nácar, la erótica manzana tú te lo llevaste, corazón, los quiero de regreso. Mi alegría nerviosa, mi canto feliz, mis prosas y mis versos, mi carta apasionada, mi té de limón, mi miedo a los espectros, mi crucifijo azul, mi muñeco de lana, y el hacerte el amor las más tibias mañanas. Todo te lo llevaste, corazón, los quiero de regreso. Regrésamelo todo, corazón, remítete a mis nervios, al claro de aquel bosque donde, al fin, deshojaste mi cuerpo. Tus labios arrancaron tantas cosas de mi, mis orgasmos más densos, y, si lo quieres bien, si no es mucho pedir, regresa tú con ellos."
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