
Yo no era así. Seguramente tú tampoco fuiste tan feliz. Sólo quedó la huella de tu piel en mi jardín. Me hizo falta abrir las puertas del dolor, las noches donde me perdí, sabiendo que el mundo gira alrededor de ti. Tú y yo quizás nunca encontremos a Dios. Será mejor salvarnos, que morirnos los dos. Tú y yo perdimos los caminos de Dios. Y la verdad se fue volviendo piedras en tu voz. Tú no eras así. Seguramente yo tampoco nunca fui feliz. Volé y caí desde las ramas donde te perdí. Tú y yo quizás nunca encontremos a Dios. Será mejor salvarnos, que morirnos los dos. Tú y yo perdimos los caminos de Dios. Y la verdad se fue volviendo piedras en tu voz.
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