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Mel Semé: "Si uno es persistente, si confía y escucha el talento que lleva dentro se van consiguiendo las cosas"

Nacido en Camagüey, este músico cubano de padres haitianos y residente en Barcelona desde 2003, adelanta a CiberCuba que tiene previsto sacar un disco este año y luego hacer una gira por su país.


Este artículo es de hace 5 años

Mel Semé era hasta hace unos días un talentoso músico cubano conocido en escenarios underground, pero su paso por el programa La Voz España no ha dejado indiferente a nadie y mucho menos a Luis Fonsi, Paulina Rubio, Pablo López y Antonio Orozco, integrantes del jurado del concurso televisivo que transmite Antena3.

Mel Semé sabía lo que buscaba cuando se presentó al concurso: una plataforma que sirviera para que millones de personas se preguntaran quién era él. Porque no es nuevo en el mundo de la música. en Cuba tocó con la Sinfónica de La Habana y con la de Camagüey.

Ha vivido en Lichtenstein y Suiza, donde impartió cursos de percusión e interpretación y ha compartido escenario con artistas de la talla de Youssou Ndour, Steward Copeland, Kymani Marley, Giovanni Hidalgo, Nicholas Payton, Steve Coleman, Fito Paez o Damien Rice.

Nacido en Camagüey, este cubano de padres haitianos y residente en Barcelona desde 2003, se inició en la música en la iglesia bautista de su pueblo donde junto a familiares y vecinos interpretaba una especie de gospel latino. Sin embargo, no estudió interpretación sino percusión.

Fue la emigración la que lo empujó a cantar para poder sobrevivir. Los principios no son fáciles para nadie. Ni siquiera para quienes tienen talento. Hoy Mel Semé es el líder del grupo Black Gandhi y hace arreglos para proyectos como Barcelona Percussion Project, Man Ex Maqina, Barcelona Sessions o Skyland.

Este jueves Mel Semé está en la India y desde allí contestó preguntas de CiberCuba sobre cómo lo pasó sobre el escenario de La Voz; cómo asimiló los halagos de artistas consagrados; qué representa Cuba en su vida y para cuándo un disco y una gira por la Isla.

CiberCuba: Nos ha emocionado a todos los cubanos con su interpretación en La Voz. ¿Cómo se sentía sobre el escenario?

Ha sido una experiencia tremenda, muy interesante porque el escenario en el plató de televisión tenía como una sección bastante diferente de un escenario donde se toca en vivo. Está como la connotación de hacer algo que lo verán o escucharán muchas personas, millones de personas. Hay un punto de emoción añadido en eso y luego por la característica del concurso... Aunque yo sea un músico que tiene mucha experiencia, siempre tiene un punto de emoción el hecho de estar en un entorno "competitivo".

Desde fuera suponemos que no es lo mismo un concurso que una actuación en un auditorio. ¿Qué cambia?

Tiene un poco el hecho de que sea un plató de televisión. Estar delante de las cámaras tiene un plus, una connotación añadida por el hecho de saber que hay millones de personas que aunque no están en el auditorio en ese momento también tendrán derecho a esa actuación. Sabes que es algo que perdurará en el tiempo, en la plataforma que sea. Aunque estoy acostumbrado a actuar y a estar expuesto ha sido una actuación bastante especial y está siendo una experiencia bastante especial.

La Voz siempre me ha parecido una plataforma interesante para darse a conocer. Yo siempre he estado como en un mundo más underground, más de música de autor, públicos pequeños y me parecía que La Voz es una plataforma interesante en la que millones de personas iban a tener la posibilidad de escucharme y de verme y de tener la posibilidad de hacerse la pregunta de: "¿Y este artista quién es?"

¿Qué se siente cuando se recibe el elogio de artistas consagrados?

Sentir el elogio de artistas consagrados; sentir el elogio de las personas cuando se emocionan o se conectan con la actuación que hago es siempre una especie de cable a tierra, como una reconexión con la razón por la cual hago esto; por la cual me dedico a la música; por el hecho de que sea un vínculo directo entre la vibración que genera la música y el oyente, la persona que está escuchando en ese momento.

Yo creo que para mí no hay tanta diferencia entre el elogio de artistas consagrados y el elogio de las personas normales que no son ni siquiera músicos porque creo que hay algo en las personas que no entienden técnicamente de qué se trata la música, que tiene que ver más con algo intuitivo que les genera la música cuando la escuchan.

Cuando mira hacia el futuro, ¿qué cree que le queda por delante?

Todavía me quedan un montón de cosas por hacer. En realidad me llama esa cuestión de actuar para muchas personas; ser algo más conocido, estar un poco en el rollito de la farándula. Pero mi intención, más que nada, es poder transmitir. No quiero ponerme muy esotérico, pero mi misión es un poco transmitir un mensaje de conexión con uno mismo a nivel profundo, de conexión con las personas que tienes a tu alrededor, conexión con la naturaleza, conexión con la vida. Una manera de ayudar a que la gente encuentre un propósito de su vida porque en realidad lo que andamos buscando no es dinero. Nuestra felicidad no está en el dinero.

El mundo de la música, cuando da es muy generoso, pero cuando quita... ¿Cómo ha sido pasar de tocar con Youssou N'dour a no poder subir a un escenario?

En realidad no es sólo el mundo de la música. Cuando te va bien en la profesión es fantástico y luego, cuando hay algún obstáculo, parece como que no hubiese salida, pero en realidad todo lo que nos proponemos lo podemos lograr y yo lo digo por experiencia propia. Vengo de un entorno de precariedad, de limitaciones, de vivir en un Isla prácticamente vallada donde no es fácil llevar a cabo los sueños que uno se propone, pero en realidad, si uno es persistente, si uno confía, si uno encuentra el propósito y escucha al talento que uno tiene pues se van logrando las cosas poco a poco.

¿Cómo vive un músico cubano en Barcelona?

Barcelona es ahora mismo para mí la base que tengo; el lugar donde regreso siempre porque también estoy muy conectado con Cuba. Tengo gran parte de mi famiia que vive allí, pero Barcelona ha sido bastante generosa conmigo. Al principio, por supuesto fue difícil, porque era empezar de cero, en un lugar donde no conocía a nadie y nadie me conocía, pero en estos momentos, después de vivir ahí 15 años es un lugar que para mí es mi casa. Por suerte ahora puedo viajar un poco por el mundo con la música, ir a Cuba a menudo y regresar a Barcelona, donde vivo con mis hijas. Es mi centro en estos momentos. Es la combinación perfecta.

Usted no es un recién llegado a la profesión. ¿Ha pensado alguna vez en moverse a un mercado más generoso que el español?

Desde que vivo fuera de Cuba he estado siempre conectado con un mercado que no es necesariamente el mercado en castellano y siempre me gusta la pluralidad, la versatilidad. En estos momentos estoy colaborando con músicos de Estados Unidos, donde hacemos música, sobre todo en inglés, pero también voy de vez en cuando a Brasil. Suele ser una vez al año y hacemos música en portugués. Me gusta esa posibilidad de moverme de un entorno a otro, de una posibilidad a otra, de un idioma a otro. Esa versatilidad me fascina y me enriquece.

¿Cuándo tendremos un disco suyo?

Hace algún tiempo que ya vengo pensando en la idea de combinar un poco la música de cantautor con la música electrónica, con la música acústica, más con percusiones... Tengo algunas cosas que ya he ido grabando en los últimos años. Ya veremos. Me gustaría sacar algo antes de que acabe el 2019.

No me quiero quedar con la duda: ¿lo suyo es la percusión o la interpretación?

Yo estudié Sinfónica en el ISA (Instituto Superior de Arte de La Habana), aparte de haber estudiado también en Camagüey en la vocacional de arte y de haber estudiado luego en el Conservatorio, pero aunque lo que estudié fue percusión en la Escuela de Música, mi vida musical comenzó en la iglesia. Tocaba la guitarra y el piano y cantaba en el coro, con mis hermanos. Siempre estuve vinculado al hecho de cantar y tocar guitarra. Cuando llegué a Bacelona y tuve que readaptarme al ritmo de vida, por necesidad me reencontré otra vez con la posibilidad de tocar en bares, entonces la guitarra y la voz se convirtieron en mi arma para sobrevivir.

¿Qué es Cuba para usted?

Cuba para mí es como una madre. No sólo porque mi madre vive aún ahí sino porque tengo esa conexión espiritual con ese sitio que me ha nutrido, que me ha ayudado a crecer, que me ha alimentado, que me ha dado tantas herramientas para ser lo que soy en estos momentos. Me siento agradecido y feliz de estar vinculado a Cuba. En algún momento, ya llegará la posibilidad de regresar allí para tocar, hacer giras y reconectar con el público cubano, reconectar con la cultura cubana. Ojalá pueda hacer una gira por la Isla antes de finales de este año.

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Tania Costa

(La Habana, 1973) vive en España. Ha dirigido el periódico español El Faro de Melilla y FaroTV Melilla. Fue jefa de la edición murciana de 20 minutos y asesora de Comunicación de la Vicepresidencia del Gobierno de Murcia (España)


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Tania Costa

(La Habana, 1973) vive en España. Ha dirigido el periódico español El Faro de Melilla y FaroTV Melilla. Fue jefa de la edición murciana de 20 minutos y asesora de Comunicación de la Vicepresidencia del Gobierno de Murcia (España)