Cada 17 de diciembre, decenas de miles de cubanos celebran el Día de San Lázaro o de Babalú Ayé. Anualmente realizan una peregrinación hasta el santuario de el Rincón. Esta es de lejos, el hecho religioso más importante por lo masivo y dramático, que ocurre en Cuba. Los pagadores de promesas asumen suplicios increíbles. Entre ellos, el de reptar por toda la ruta, avanzar de rodillas, arrastrar pesos o caminar descalzos son de los más comunes.
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