A mediados del pasado mes de octubre, el emblemático Capitolio de La Habana abrió las puertas a la Tumba del Mambí Desconocido, un memorial en honor a los héroes anónimos que formaron parte de las luchas independentistas cubanas contra la metrópoli española.
Este nuevo atractivo histórico y turístico se sitúa en uno de los extremos del bello Paseo del Prado, dentro neoclásico Capitolio cubano, aún bajo remodelación capital para convertirse en la sede del Parlamento.
La cripta destaca como una de las numerosas joyas patrimonialesd que atesora el inmueble, donde también confluyen valiosas esculturas, suntuosos salones y artesonados de maderas preciosas cubanas.
Según expresara el historiador y máxima autoridad del enclave patrimonial capitalino, Eusebio Leal, en el memorial descansa el “fundamento moral, político e histórico de la nación: los restos mortales de un soldado cubano desconocido, a cuyos esfuerzos y sacrificios sin nombre, se debe el nacimiento de Cuba como República”.
Abierta al público de 8:00 a.m. a 12 del mediodía, y de 1:00 a 4:30 p.m, la cripta está conformada por una sala con forma de bóveda, justo debajo de la rotonda del Salón de Los Pasos Perdidos, y en el eje vertical coinciden el centro de la cúpula, el diamante que marca el km 1 del país y la Llama Eterna de bronce y mármol que corona el recinto.
A su alrededor, se yerguen las banderas de las naciones latinoamericanas vinculan la gesta independentista de Cuba, así como las de Estados Unidos, España y Portugal.
El Escudo de Armas de Cuba, fundido en bronce, se guarda igualmente en el sagrado memorial junto a los versos del Himno de Bayamo y las palabras de Carlos Manuel de Céspedes al ser proclamado Presidente de la República en Armas.
También adorna el recinto, una réplica en mármol de Carrara de la escultura de La República, del artista italiano Ángelo Zanelli, que reproduce la imagen de Palas Atenea situada en la parte delantera del edificio.
Una instalación sonora, le permite al visitante escuchar a su llegada al nicho el tema musical Paráfrasis sobre el Himno Bayamés, obra del compositor Hubert de Blanck, interpretada por la incónica Camerata Romeu.
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