El pasado sábado 9 de junio el australiano Robert Whittaker y el cubano Yoel Romero tuvieron un duelo particular de UFC (Ultimate Fighting Championship) del que salió victorioso, aunque no sin polémica, Whittaker.
Después de la pelea, Romero (de 41 años) se dirigió directamente a sus seguidores. Declaró que él era el “campeón del pueblo”, “un rocky negro” y que Dios le acompañó todo el tiempo.
Visiblemente afectado por los golpes y por el resultado, el boxeador recibió el apoyo de los suyos.
El triunfo de Robert Whittaker fue por puntos, lo que lo llevó a retener el cinturón. Romero protestó y al acabar la pelea llegó a decir: "Creo que el resultado es otro".
Algunos medios de prensa indican que, pese a que el cubano habría regalado los dos primeros asaltos, se lo mereció en los otros tres, y argumentan que los jueces tal vez acabaron por castigar sus problemas en la báscula el día anterior.
El pasado viernes, en el pesaje Romero tuvo un peso inicial de 186 libras, una libra por encima del límite de peso medio para una pelea por el título. Romero tuvo tiempo adicional para hacer el peso, pero pesó 185.2 libras. Por lo tanto, la pelea procedió como un concurso sin título.
Hace poco menos de un año Yoel Romero perdió, también frente a Robert Whittaker, su pelea por el fajín interino de las 183 libras en la UFC.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: