El renovado entusiasmo industrialista, tras la victoria el pasado jueves de Industriales frente a Las Tunas en el Estadio Latinoamericano, ha hecho que no pocos recuerden a alguien que estaría inmensamente feliz con ese hecho: Armandito el Tintorero, personaje único que animó durante décadas desde el estadio del Cerro cada juego del equipo de su corazón.
Incluso no ha faltado quien recuerde que ese gran animador de multitudes que fue Armandito nunca cayó en la tentación de irrespetar al rival, aun en los casos en que su equipo estuviera perdiendo.
El recordatorio viene a cuento por el episodio vivido el 11 de enero en el Latino, cuando Víctor Mesa le dio una lección de comportamiento a los aficionados en el estadio que comenzaron a gritarles “palestinos” a los visitantes.
“Con Armandito eso no pasaba”, se le ha escuchado algunos amantes del béisbol en la Isla. No obstante, si bien es cierto que la ofensa verbal al rival es un fenómeno bastante extendido a nivel global, sirva ese recordatorio para honrar a un hombre que se ganó el cariño multiplicado de miles de aficionados.
Un aprecio indiscutible que supo labrarse a lo largo de muchos años aquel hombre delgado y de espejuelos -de apariencia incluso frágil- pero cuya voz y gestos, cual director de orquesta, ponían en pie a todo un estadio.
Desde 1968 se le veía siempre sentado en la butaca del segundo puesto de la séptima fila entre el home y el jardín izquierdo del Estadio Latinoamericano.
Tanta fue la fama que adquirió, que Aldo Notari (presidente de la Federación Internacional de Béisbol), le entregó durante la XXXV Copa Mundial de Béisbol -celebrada en La Habana- una placa conmemorativa que fue creada especialmente para él en Italia, y que desde entonces distingue ese asiento en el estadio Latinoamericano.
Armandito fue considerado el gran "showman" del deporte en Cuba, pues su afición deportiva rebasaba el béisbol y era posible encontrando animando también en otras disciplinas.
Si bien este documental tiene algunos años de realizado, sirva de pretexto para recordar al que muchos consideran el industrialista mayor. En aproximadamente 40 minutos, varios entrevistados hablan de Armandito con cariño y relatan diversas anécdotas relacionadas con su vida y con su pasión por el deporte, pero en particular por el equipo Industriales.
A Armandito se le extraña, y da igual si nació en Oriente, según se escucha en determinado parte del documental, porque Industriales fue su pasión y su mayor realización vital.
Armando Luis Torres Torres nació en 1939 y falleció en el año 2004. Su peña se mantiene vigente en el estadio Latinoamericano, y está integrada por varias decenas de miembros procedentes de todos los municipios de la capital.
Aunque pasó toda su niñez en una Casa de Beneficencia porque quedó huérfano desde bien pequeño, supo encontrar una gran familia, la de sus múltiples admiradores que todavía hoy continúan su legado, lo recuerdan, y que piensan qué pasaría si estuviera Armandito el Tintorero, o lo feliz que estaría por cada éxito de su querido Industriales.
(Foto: Cronodeportesonlines.com)
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