Camila Cabello tenía muchas ganas de empezar su gira por Europa y ha comenzado la conquista del continente por todo lo alto.
La artista se subió anoche al escenario de la Academia O2 de Glasgow (Escocia), donde ofreció una actuación impresionante a sus fans, que tenían igual o más ganas que la cantante cubana.
La intérprete ofreció un espectáculo sensacional en el que bailó y cantó como la diva que es, sin dejar de lado la esencia que caracteriza a la joven cantante.
El momento cumbre de la presentación de la cubana llegó cuando hizo vibrar a los espectadores con su hit mundial Havana, que seguro sus incondicionales estaban ansiosos de cantar con ella.
Igual de deslumbrante que siempre y con un look cercano al gótico, la artista se subió al escenario donde interpretó sus éxitos para los allí presentes.
Pero no sólo bailó y cantó. La artista le regaló un momento a los espectadores que nunca olvidarán.
Acompañada de una bandera del orgullo que había pedido a algún asistente al concierto, la joven se puso seria para decir ante los miles de personas: "Cada persona aquí tiene su propia historia, una orientación sexual, religión, etnia, cultura, idioma y todos aquí estamos conectador por el poder del amor y de la música".
Un precioso mensaje que fue muy aplaudido por sus fans. Igual de vitoreada fue la confesión que hizo:
"A veces hablaba conmigo misma y sentía que estaba al cien por cien todos los días, estaba mejorando y a veces sólo eso es suficiente, ¿verdad? El dolor no puedes ignorarlo, no hay manera de evitarlo", manifestó.
Y, por supuesto, la cantante no se bajó del escenario sin interpretar Sangria Wine, su último éxito con Pharrell Williams que no para de sonar en todas partes.
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