Muchos perros de la raza stanford en Cuba son destinados por sus dueños desde que nacen a las peleas clandestinas. Sin otro objetivo que para ganar dinero con ellos, estos "perros de pelea" pasan su vidas entre fuertes entrenamientos para convertirlos en máquinas de matar y vallas donde frecuentemente tienen que pelear a muerte.
Estas peleas ilegales son la cara más visible del abuso animal en la Isla, por la violencia de los combates y por el estado en el que quedan los animales que consiguen sobrevivir.
Con información de Cubanet
Foto de portada: 14yMedio
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: