La historia sucedió hace un tiempo pero las imágenes han sido difundidas con la intención de demostrar que la fama que tienen los gorilas de animales violentos dista un poco de la realidad, y se han hecho virales.
La historia sucedió en 1986 y generó el pánico entre los presentes, pero que con el paso del tiempo ha quedado un testimonio animal de primer orden sobre el comportamiento del gorila de espalda plateada.
El zoológico vivió momentos de tensión con un incidente que por suerte tuvo un final feliz. La historia la protagonizaron un niño de cinco años, Levan Merritt, y un gorila de espalda plateada llamado Jambo. El pequeño Levan se subió al muro para poder ver mejor a los animales, con tan mala suerte que se cayó en la jaula. El gorila vio la caída y se acercó lentamente hacia el niño, que permanecía inconsciente en el suelo.
Fue en ese momento cuando se temió lo peor, pero una vez más los animales nos dan una lección. Jambo se acercó al niño y adoptó con él una actitud protectora, como si el animal hubiera percibido que el pequeño estaba lastimado.
Con información de LaVanguardia.com
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