La ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez, ha vuelto a poner en evidencia la desconexión de la clase dirigente cubana con la realidad que viven millones de ciudadanos.
Durante una reciente visita a la provincia de Guantánamo, para el Balance del grupo empresarial en el territorio, la funcionaria sugirió medidas de cara a “reanimar” el comercio interior en centros nocturnos, restaurantes y lugares de ocio. Sus palabras provocaron desconcierto y burla a partes iguales.
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Díaz Velázquez propuso "poner una memoria con música del ayer", en las unidades de Comercio Interior para ofrecer actividades a los adultos mayores, con precios "atractivos".
A los estudiantes les subió la parada. Reconoció que no hay transporte ni opciones de entretenimiento para ellos, y por tanto propuso que en los establecimientos estatales les hagan ofertas de "un líquido y un bufecito" para atraer clientes. Una vez que se estabilice el mercado, se les debe incrementar los precios.
La ministra remató su propuesta para trabajar el mercado juvenil con una frase que probablemente se recuerde en la historia nacional por muchos años: “Les ponemos la música adecuada y la primera vez vienen escépticos, repiten y luego se les dice: Oye, pero no es 200 pesos papi, dame mil, porque aquello se pone bueno”.
Las palabras de Betsy, lejos de ser un simple desliz, resumen la desconexión y el desprecio con que las autoridades abordan los problemas reales de la gente en Cuba. La respuesta no se hizo esperar en las redes sociales, donde cientos de cubanos reaccionaron con sarcasmo e indignación.
"Estamos dirigidos por personas con serios problemas de razonamiento lógico", comentó un usuario en la red social X, mientras otro ironizaba: "El circo para entretenimiento de la plebe… puro Roma imperial".
La propuesta de la ministra, para que los trabajadores del sector busquen fórmulas que incentiven el gasto de los guantanameros en ocio y recreación, choca frontalmente con la situación diaria del cubano de a pie.
Los salarios que no alcanzan para cubrir necesidades básicas. Los precios están disparados y los servicios esenciales son cada vez más costosos, de modo que pensar en “un líquido y un bufecito” resulta casi una burla.
La idea de que la solución al desánimo colectivo pase por música vieja, bebidas y bocadillos no solo evidencia la falta de seriedad de los dirigentes, sino también el desprecio hacia un pueblo agobiado por la crisis.
“No es doscientos, papi, dame mil”, dice la ministra como si se tratara de un chiste, pero para millones de cubanos, la única cifra que importa es la que falta en cada cobro para llegar a fin de mes.
Preguntas frecuentes sobre la polémica declaración de la ministra de Comercio en Cuba
¿Qué declaró la ministra de Comercio Interior de Cuba que generó polémica?
La ministra Betsy Díaz Velázquez sugirió que en las unidades de Comercio Interior se ofrezca música y actividades con precios atractivos para adultos mayores y estudiantes. Propuso que una vez estabilizado el mercado, se incrementen los precios de las ofertas para estudiantes, usando la frase: "Oye, pero no es 200 pesos papi, dame mil, porque aquello se pone bueno", lo que fue recibido con burla y desconcierto.
¿Por qué las declaraciones de la ministra generaron tanto rechazo?
Las declaraciones de la ministra fueron vistas como una muestra de desconexión de las autoridades con la realidad económica de los cubanos, donde los salarios no alcanzan para cubrir necesidades básicas, y las medidas propuestas fueron percibidas como una burla a las dificultades diarias que enfrenta la población.
¿Cómo ha reaccionado la población cubana ante las propuestas de la ministra?
La población cubana reaccionó con indignación y sarcasmo en redes sociales, criticando la falta de lógica y seriedad en las propuestas de la ministra. Muchos usuarios expresaron su frustración por estar dirigidos por personas que consideran desconectadas de la realidad y con serios problemas de razonamiento lógico.
¿Qué contexto rodea las críticas a las medidas del gobierno cubano?
El contexto incluye una profunda crisis económica en Cuba, con salarios que no cubren las necesidades básicas, apagones frecuentes y una creciente desigualdad social. Además, las medidas del gobierno, como la apertura de tiendas en dólares y la falta de soluciones reales a la crisis, han exacerbado el descontento popular.
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