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La Aduana General de la República de Cuba comenzó el despacho de motocicletas de combustión interna importadas a través de Aerovaradero S.A. en Holguín, cumpliendo con todas las formalidades previstas para su legalización e ingreso al país.
Esta medida se enmarca dentro de las nuevas regulaciones establecidas por el gobierno cubano en septiembre de 2024, cuando se permitió la importación directa, ya sea como equipaje no acompañado o envío, de ciclomotores y motocicletas de combustión por personas naturales.
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Esta nueva medida incluye vehículos con o sin sidecar, nuevos y de segunda mano (hasta 10 años de antigüedad), con cilindrada de hasta 250 cc, así como triciclos eléctricos o híbridos con capacidad superior a dos plazas o destinados a la carga.
El ministro del Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, confirmó que la disposición se extiende a diplomáticos, empresarios y colaboradores cubanos en misiones estatales en el extranjero, quienes podrán importar, además, un automóvil económico o medio, nuevo o de uso de hasta 10 años, siempre que hayan cumplido al menos dos años de misión continua.
Aranceles y nuevas condiciones de importación
En enero de 2025, la Aduana de Cuba publicó los nuevos aranceles en dólares para la importación de motos. Cada tipo de vehículo cuenta con un valor asignado en aduana y un esquema detallado de pagos que varía según el medio de importación elegido. Por ejemplo:
- Un sidecar para motocicletas tiene un valor en aduana de 100 USD.
- Un triciclo eléctrico o híbrido con capacidad para más de dos plazas o carga cuesta 550 USD.
- Un ciclomotor o motocicleta de combustión interna de hasta 250 cc se valora en 850 USD.
- Una motocicleta con sidecar incluido tiene un costo en aduana de 950 USD.
Las autoridades cubanas indican que estas medidas buscan "facilitar un mayor acceso a medios de transporte para la sociedad y recaudar fondos destinados al desarrollo del transporte público y la infraestructura vial".
Cambios en la transmisibilidad de propiedad
Otro de los cambios introducidos por el gobierno cubano es la flexibilización de la transmisión de propiedad de los vehículos importados entre personas naturales y jurídicas.
Una mipyme, una organización religiosa o una oficina de representación extranjera podrá vender un vehículo a una persona natural sin restricciones adicionales. Sin embargo, si la entidad vendedora es estatal o cuenta con participación estatal, la transacción requerirá la aprobación del Consejo de Ministros.
Con estas modificaciones, el gobierno cubano busca estimular el mercado automotor y ofrecer nuevas opciones de movilidad a la población, en un contexto donde el transporte público sigue enfrentando serias limitaciones.
Preguntas frecuentes sobre la importación de motocicletas en Cuba
¿Cuáles son las nuevas regulaciones para la importación de motocicletas en Cuba?
Desde 2025, el gobierno cubano permite la importación de motocicletas de combustión interna, híbridas y eléctricas. Estas pueden ser nuevas o de segunda mano (hasta 10 años de antigüedad), con cilindrada de hasta 250 cc. Además, se incluyen triciclos eléctricos o híbridos con capacidad superior a dos plazas o destinados a la carga.
¿Cuáles son los costos de importación de motocicletas en Cuba?
La Aduana de Cuba ha establecido un esquema de aranceles en dólares para estos vehículos. Un ciclomotor o motocicleta de combustión interna de hasta 250 cc tiene un valor en aduana de 850 USD, mientras que una motocicleta con sidecar incluido se valora en 950 USD. Un triciclo eléctrico o híbrido con capacidad para más de dos plazas o carga cuesta 550 USD.
¿Quiénes pueden importar vehículos en Cuba bajo las nuevas regulaciones?
El ministro del Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, ha confirmado que diplomáticos, empresarios y colaboradores cubanos en misiones estatales en el extranjero pueden importar vehículos. Además, cualquier persona natural cubana puede importar motocicletas, ciclomotores y bicicletas híbridas o de combustión.
¿Cómo afectan estas medidas al acceso al transporte en Cuba?
Estas medidas buscan facilitar el acceso a nuevos medios de transporte para la sociedad cubana y generar fondos para el desarrollo del transporte público y la infraestructura vial. Sin embargo, los altos costos de importación y las limitaciones económicas de la mayoría de los cubanos siguen siendo un obstáculo significativo para mejorar el acceso al transporte.
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