El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha reconocido que el país podría enfrentar un "periodo de transición" económica como resultado de la guerra arancelaria que ha impulsado contra diversas potencias internacionales, pero promete que -superado ese trance- al final EE.UU. tendrá tanto dinero que ni sabrán qué hacer con él.
En una entrevista concedida a Fox News el pasado fin de semana, a la pregunta “¿está esperando una recesión este año”, Trump contestó:
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“Odio predecir cosas así. Hay un periodo de transición, porque lo que estamos lo que estamos haciendo es muy grande… Toma un poco de tiempo, toma un poco de tiempo”.
No obstante, al tiempo que reconocía la posibilidad de una recesión temporal, insistió en que los beneficios a largo plazo justificarán los sacrificios actuales.
"Estamos trayendo la riqueza a EE.UU. de nuevo", apuntó.
Las declaraciones de Trump se producen en un momento de incertidumbre económica en EE.UU., pues la Reserva Federal ha advertido sobre el aumento de los precios en ciertos sectores debido a la imposición de aranceles.
En su trayecto de regreso a Washington desde Mar-a-Lago a bordo del Air Force One, el presidente reafirmó su postura respecto a la política comercial estadounidense.
“Lo único que sé es esto: Vamos a aceptar aranceles por cientos de miles de millones de dólares y nos vamos a volver tan ricos que no sabrán dónde gastar ese dinero. Se los aseguro, solo observen. Vamos a tener puestos de trabajo, fábricas abiertas", declaró.
Sin embargo, ha sido un inicio de semana complicado para la economía estadounidense, pues este lunes Wall Street sufrió un importante desplome bursátil que encendió las alarmas.
Las palabras del presidente estadounidense han generado preocupación en los mercados y entre analistas económicos, que temen que la guerra comercial emprendida por su administración contra China, Canadá, México y la Unión Europea pueda tener efectos adversos en el crecimiento económico del país.
Mientras tanto, en Canadá se ha disparado el sentimiento nacionalista y el antiestadounidense. Los canadienses anunciaron el 25 por ciento de aranceles sobre todo tipo de productos norteamericanos e incluso han retirado algunos de la venta.
La situación de la comunidad hispana, por otra parte, se está tornando crítica, pues al stress asociado a las crecientes deportaciones o amenazas de deportación, se suma el precio de la comida y de la electricidad, que seguirán subiendo.
La Casa Blanca intenta calmar los temores
El secretario de Comercio, Howard Lutnick, intentó desestimar cualquier posibilidad de recesión.
En una entrevista con NBC, Lutnick aseguró: "No habrá una recesión en EE.UU. Los aranceles globales van a bajar porque el presidente Trump ha dicho: ¿Nos quieren imponer un 100 %? Nosotros les impondremos un 100 %".
Sin embargo, a pesar de los intentos de la Casa Blanca por calmar los ánimos, el propio Trump ha reconocido que la política arancelaria podría requerir ajustes para mitigar su impacto en los consumidores estadounidenses.
"Otros países nos están estafando, pero si es necesario hacer pequeños ajustes, los haremos", afirmó.
Los "aranceles recíprocos" y su impacto en la economía
En la entrevista con Fox New, Trump también abordó el impacto de los "aranceles recíprocos", los cuales entrarán en vigor el próximo 2 de abril.
En ese sentido, Lutnick explicó que "algunos productos que se hacen en el extranjero pueden ser más caros, pero los estadounidenses se abaratarán, y esa es la meta".
Trump ha justificado sus medidas argumentando que su objetivo es revitalizar la economía nacional.
Sin embargo, también dejó abierta la posibilidad de ajustes en los aranceles al sector automotor, que han sido pausados temporalmente para beneficiar a los fabricantes estadounidenses.
"Les di un pequeño respiro, pero los gravámenes pueden subir más adelante", advirtió.
Una perspectiva a largo plazo al estilo chino
Uno de los puntos más llamativos de su intervención fue su comparación con la política económica de China.
"Si miran a China, ellos tienen una perspectiva de 100 años. Nosotros vamos por trimestres, y no se puede hacer así, hay que hacer lo correcto", expresó.
Con estas declaraciones, Trump sugiere que su enfoque económico no está basado en resultados inmediatos, sino en un plan a largo plazo que, según él, traerá prosperidad al país.
No obstante, los analistas temen cómo puedan reaccionar los mercados y si la estrategia comercial de su administración tendrá los efectos deseados o, por el contrario, generará inestabilidad económica.
Preguntas frecuentes sobre la política arancelaria de Trump y su impacto económico
¿Está enfrentando Estados Unidos una recesión económica debido a la política arancelaria de Trump?
Donald Trump ha reconocido la posibilidad de un "periodo de transición" económica debido a las tensiones comerciales con potencias como China, Canadá, México y la Unión Europea. Aunque el presidente insiste en que los beneficios a largo plazo de su política arancelaria superarán los sacrificios actuales, la incertidumbre ha generado preocupación en los mercados y entre analistas económicos.
¿Cómo afectarán los aranceles de Trump a los precios de los productos en EE.UU.?
A pesar de que Trump ha desestimado las preocupaciones sobre el impacto de los aranceles en los precios, expertos advierten que los aranceles generalmente provocan una subida de precios en el mercado interno. Esto podría afectar desde productos agrícolas hasta vehículos importados, lo que incrementaría los costos para los consumidores estadounidenses.
¿Cuáles son las repercusiones geopolíticas de la política arancelaria de Trump?
La política arancelaria de Trump ha tensado las relaciones comerciales con varios socios internacionales, provocando represalias de países como Canadá, México y la Unión Europea. Estas tensiones podrían desencadenar una guerra comercial global, afectando no solo las economías involucradas, sino también las relaciones diplomáticas entre los países.
¿Qué impacto tienen los aranceles en la comunidad hispana en Estados Unidos?
La comunidad hispana en EE.UU. enfrenta una situación crítica debido al aumento en los precios de la comida y la electricidad, sumado al estrés asociado a las crecientes deportaciones o amenazas de deportación. Estos factores se ven exacerbados por la política arancelaria de Trump, que incrementa los costos de vida para muchas familias hispanas.
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