El líder de la Unión Patriótica de Cuba, José Daniel Ferrer, ha identificado a la madre cubana arrestada violentamente por la Policía política por protestar contra el hambre. Se llama Mayelín Carrasco Álvarez, tiene 47 años y tres hijos, y no es la primera vez que denuncia la escasez de alimentos en su pueblo, Guamo Viejo, una zona rural de Río Cauto (Granma), en la que viven unas 600 personas, según Ecured.
Ferrer ha compartido en su canal de Youtube el vídeo de la protesta de Mayelín Carrasco y una directa suya, grabada antes de que se fuera la luz en Santiago de Cuba, en la que pide apoyo no sólo para Mayelín Carrasco Álvarez, sino también para todos los cubanos que protesten contra el régimen de Miguel Díaz-Canel.
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Esta no es la primera protesta pública de Mayelín Carrasco Álvarez. Ya había sido grabada en un vídeo anterior en el que denunciaba alto y claro que sí hay hambre en Guamo Viejo y que ella es madre de tres hijos y no recibe ayuda del Estado. "Que lo sepa Canel", dijo visiblemente molesta, en esas imágenes que también han sido compartidas por el líder de la UNPACU en sus redes sociales.
Según explicó José Daniel Ferrer, sobre la una de la tarde de este miércoles en Cuba, Mayelín Carrasco Álvarez seguía bajo arresto, como ella misma denunció en su intervención pública, por "reclamar sus derechos en una plaza".
Fue arrastrada por la Policía política, que la bajó de la plaza Ángel Fría de Río Cauto, desde donde ella reprochó que ya no queda nada de lo que considera que fue "la revolución" de Fidel y Raúl Castro y culpó a las autoridades locales de olvidarse de poblados como Guamo Viejo, donde "sí hay hambre".
Mayelín Carrasco Álvarez fue arrastrada por dos agentes de la Policía política vestidos de civil, que se la llevaron por la fuerza de la Plaza Ángel Fría, de Río Cauto, desde donde esta madre arengó a poco más de una decena de hombres y mujeres, la mayoría en bicicleta y alguna, incluso, luciendo un pulóver con propaganda comunista. Con ellos compartió las dificultades que enfrenta, como cabeza de familia con tres hijos a su cargo, para poner un plato de comida diario en la mesa de su casa.
Aunque ninguno de los vecinos la apoyó, cuando vieron que se la llevaban por la fuerza, comenzaron a gritar "Suéltenla", "Abusadores", pero los agentes de la Policía política hicieron caso omiso del clamor popular e impusieron la fuerza.
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