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Este miércoles Mark Zuckerberg, fundador y director ejecutivo de Meta, sostuvo un encuentro con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, en Mar-a-Lago, su residencia en Florida.
La reunión, que incluyó una cena privada, ha generado especulaciones sobre los motivos y las posibles implicaciones de este acercamiento, considerando la relación histórica entre ambas figuras marcada por tensiones y acusaciones.
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Un acercamiento inesperado tras años de tensiones
La relación entre Zuckerberg y Trump ha sido históricamente complicada.
El expresidente acusó a Meta, propietaria de Facebook, Instagram y WhatsApp, de censurar voces conservadoras, particularmente durante las elecciones presidenciales de 2020. La expulsión de Trump de las plataformas de Meta tras los disturbios del 6 de enero de 2021 intensificó estas tensiones.
Trump llegó a calificar a Facebook como "enemigo del pueblo" y sugirió en varias ocasiones que podría tomar medidas legales contra Zuckerberg, incluidas amenazas de encarcelamiento.
Meta justificó la suspensión indefinida de Trump en 2021 citando violaciones de las políticas de la plataforma relacionadas con la incitación a la violencia.
Sin embargo, en 2023 sus cuentas fueron reinstauradas, marcando el inicio de un periodo de relativa reconciliación.
La cita de "Zuckerbucks"
Trump no ha ocultado su desconfianza hacia Zuckerberg, especialmente en el contexto de las elecciones de 2020.
En un mensaje publicado en julio en su red social Truth Social, Trump advirtió: “Todo lo que puedo decir es que si soy elegido presidente, perseguiremos a los defraudadores electorales a niveles nunca vistos, y serán enviados a prisión durante largos periodos de tiempo. Ya sabemos quiénes son. ¡NO LO HAGAS! ZUCKERBUCKS, ¡ten cuidado!”.
Esta declaración refleja cómo la figura de Zuckerberg ha sido un símbolo recurrente en las críticas de Trump hacia el manejo de las elecciones pasadas.
¿Por qué ahora? Un momento político estratégico
La reunión en Mar-a-Lago ocurre en un momento crítico: a pocos meses de que Trump asuma nuevamente la presidencia, Zuckerberg parece estar buscando una relación más positiva con la administración entrante, según apuntan medios estadounidenses.
Un portavoz de Meta afirmó que el CEO acudió a la invitación para "hablar sobre la próxima administración y el futuro de la innovación en Estados Unidos". Stephen Miller, asesor de políticas de Trump, agregó que Zuckerberg manifestó interés en apoyar los planes económicos del presidente electo.
“Mark, obviamente, tiene su propio interés, y tiene su propia compañía y su propia agenda”, explicó Miller en una entrevista. “Pero ha dejado claro que quiere apoyar la renovación nacional de Estados Unidos bajo el liderazgo de Trump”.
Elon Musk, el gran rival
En este escenario también destaca la figura de Elon Musk, propietario de X y gran aliado de Trump.
Musk, a diferencia de Zuckerberg, ha mantenido una relación cercana y positiva con el presidente electo, llegando a contribuir con más de 200 millones de dólares a su campaña y apoyando su mensaje en la plataforma X.
Además, Musk ha sido designado por Trump para liderar el "Departamento de Eficiencia Gubernamental", un comité asesor externo de la nueva administración.
La rivalidad entre Zuckerberg y Musk es notoria.
Durante 2023, ambos se retaron incluso a un combate físico, que aunque nunca ocurrió, subrayó la tensa competencia entre sus empresas.
Mientras Musk parece ser un pilar en el movimiento MAGA (Make America Great Again), Zuckerberg está en proceso de reconstruir su relación con el presidente electo.
Implicaciones de la reunión: ¿cambio de rumbo en Meta?
El acercamiento de Zuckerberg también podría interpretarse como un intento de Meta de protegerse frente a posibles regulaciones.
Trump ha designado a Brendan Carr, crítico de las grandes tecnológicas, como futuro director de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC).
Carr ha sido vocal sobre la necesidad de regular gigantes como Meta, Apple y Google, argumentando que estas empresas representan una amenaza para la "libertad individual" al censurar puntos de vista conservadores.
Meta ya había sido blanco de críticas por su papel en las elecciones de 2020, cuando organizaciones financiadas por Zuckerberg donaron más de 400 millones de dólares para apoyar la infraestructura electoral durante la pandemia, algo que Trump y otros republicanos percibieron como una interferencia en su contra.
Una reconciliación en progreso
A pesar de las tensiones del pasado, la reunión en Mar-a-Lago y las interacciones recientes parecen reflejar un cambio en la dinámica entre Zuckerberg y Trump.
Durante el verano, ambos mantuvieron al menos dos llamadas privadas.
En una de ellas, Zuckerberg expresó buenos deseos y "rezó" por Trump tras un intento de asesinato en julio. En una entrevista posterior, Zuckerberg elogió la fortaleza de Trump, calificando su respuesta al ataque como "impresionante".
Por su parte, Trump ha suavizado su postura hacia Zuckerberg.
En una entrevista en octubre, el presidente electo reconoció que valoraba que Zuckerberg se mantuviera "fuera de las elecciones", en referencia a las polémicas donaciones de 2020.
En un comunicado oficial, un portavoz de Meta describió el encuentro como “un momento crucial para el futuro de la innovación en Estados Unidos”. Zuckerberg se mostró agradecido por la invitación y la oportunidad de dialogar con el equipo de Trump.
Hasta el cierre de esta nota no han trascendido imágenes del encuentro.
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