El huracán Rafael, que tocó tierra en la provincia cubana de Artemisa con categoría 3, dejó un rastro de destrucción a su paso, causando graves afectaciones en viviendas, infraestructuras y servicios esenciales.
Los vientos sostenidos fueron de 185 km/h. El ciclón entró por la Playa Majana el miércoles en horas de la tarde y se desplazó con fuerza, provocando daños significativos en varias localidades artemiseñas, incluidas Alquízar y Güira de Melena, donde las inundaciones han dejado barrios enteros llenos de agua.
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Rafael arrancó techos de viviendas y de locales comerciales, derribó árboles y provocó la caída de una de las torres de luces del Estadio de Béisbol de Artemisa.
En el hospital provincial, la tormenta arrancó ventanas de metal, comprometiendo la seguridad de varias áreas del edificio y obligando a redoblar esfuerzos de los servicios de emergencia para salvaguardar a los pacientes y personal médico.
Además de las viviendas afectadas, la infraestructura urbana y agrícola de la región también sufrió graves daños.
Las plantaciones de cultivos en Güira de Melena, reconocida por su producción de alimentos para el occidente de Cuba, han quedado parcialmente destruidas.
Árboles arrancados de raíz, canales de riego bloqueados y caminos rurales intransitables son algunas de las escenas que el huracán ha dejado tras de sí, complicando no solo la vida cotidiana, sino también el suministro de alimentos en las próximas semanas.
Las pérdidas en este sector se estiman cuantiosas, y se prevé que afecten tanto la economía local como la seguridad alimentaria en otras provincias.
El huracán abandonó el territorio cubano a través de la Bahía de Cabañas al filo de las 7:00 p.m., con categoría 2. Sin embargo, los efectos residuales se siguen sintiendo en el occidente del país, donde las lluvias y vientos continúan amenazando con más inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra.
Este jueves las autoridades deben avanzar en la evaluación de los daños en viviendas y entidades públicas afectadas. Además, se espera que equipos de rescate y respuesta rápida sean desplegados en las zonas más perjudicadas.
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