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El gobierno cubano anunció este miércoles la extensión hasta el 27 de octubre de la suspensión de clases y de actividades laborales en el país, y dio como argumento la necesidad de recuperación tras el huracán y el restablecimiento del SEN.
"Para continuar las labores derivadas del período de recuperación de los daños causados por el paso del Huracán Oscar por la región oriental del país y del restablecimiento del Sistema Electroenergético Nacional, el Consejo de Defensa Nacional ha dispuesto extender hasta el próximo domingo 27 de octubre las medidas adoptadas por el Gobierno, publicadas el pasado 20 de octubre de 2024, relacionadas con las actividades laborales y docentes", publicaron medios oficiales.
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La nota añadió que "se ratifica que los trabajadores que se encuentran movilizados ante estas circunstancias reciben el pago de su salario promedio y los que en razón de dicha suspensión no asisten al trabajo, el pago de una garantía salarial equivalente al salario escala del cargo que ocupan".
La escueta nota no ofreció otros detalles sobre la medida, que prorroga la paralización económica y en todos los órdenes que hunde a Cuba todavía más.
Efectivamente, fue el pasado domingo 20 de octubre que el gobierno, en otra nota similar, había anunciado la suspensión delas actividades administrativas no imprescindibles y las docentes durante tres días -o sea hasta este miércoles- debido al inminente paso del huracán Oscar por el oriente del país y a los trabajos para restablecer el sistema eléctrico nacional, que en ese momento estaba colapsado totalmente desde el 18 de octubre.
Sin embargo, horas antes del apagón masivo, el gobierno cubano ya había paralizado al país por la emergencia electroenergética, al dictar medidas que entraron en vigor ese mismo día, con el anunciado objetivo de disminuir el consumo de electricidad y “preservar” en lo posible el servicio eléctrico al sector residencial.
El anuncio de hoy ha generado de inmediato cientos de comentarios de cubanos que coinciden en que la situación del país es reveladora de una profunda crisis humanitaria.
"Cuba es una bomba de tiempo", sentenció un ciudadano.
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