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La Fiscalía de Cienfuegos solicitó una condena de dos años y seis meses de prisión para José Manuel Barreiro Rouco, acusado de “menospreciar la dignidad de altos funcionarios” tras compartir en un grupo privado de WhatsApp, llamado “Family”, imágenes con epítetos degradantes hacia Miguel Díaz-Canel, Raúl Castro y Fidel Castro.
Según el texto de la sentencia, compartido en Facebook por su sobrino Jam Pérez Aguiar, Barreiro también le imputaron los cargos de desacato y tráfico de monedas, delitos que él calificó como “fabricados” y que fueron refutados durante la defensa de su tío.
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El documento plantea que en el período comprendido entre el 1 de marzo y el 18 de junio de 2023, Barreiro acumuló en su teléfono móvil numerosas imágenes que fomentaban el deseo de acabar con la vida de Raúl Castro y “la idea de que si la población se lanzara a las calles, los dirigentes de los cuerpos armados del país perderían la vida”.
El texto de la sentencia señaló además que el acusado tenía la intención de “propagarlas a una mayor cantidad de individuos, para que las reprodujeran y divulgaran”; sin embargo, la fiscalía admitió que dichas imágenes fueron compartidas con “los 17 integrantes del grupo denominado ‘Family’ a través de la aplicación Messenger”.
La inverosímil acusación ha generado numerosas reacciones entre sus familiares en las redes sociales, quienes cuestionan la transparencia del sistema judicial cubano, acusándolo de ser un instrumento del régimen, alejado de la imparcialidad y la justicia.
Pérez, sobrino del acusado, denunció que el 15 de junio de 2023 su tío fue detenido bajo un aparatoso operativo “digno de un alto capo de la mafia internacional”, el cual incluyó un registro.
“Inicialmente acusado de pertenecer a un grupo dedicado a subvertir el orden constitucional en Cuba”, señaló Pérez, quien relató que luego de demostrar la inocencia de su tío, “se le trasladó a la prisión de Ariza hasta el 30 de diciembre que se le hizo un cambio de medida a reclusión domiciliaria”.
En su hogar, Barreiro fue notificado que estaba acusado de desacato y tráfico de moneda, una petición que consideró está “plagada de mentiras, manipulaciones, y omisiones”.
Abraham Jesús, otro sobrino del acusado, refutó varios puntos de la acusación fiscal en una publicación de Facebook. En primer lugar, aclaró que el grupo privado, donde también participaban algunos amigos cercanos, no era en Messenger, como se afirmó, sino en WhatsApp.
“Es cierto que en el grupo ‘family’ compartíamos contenido no afín con el sistema”, señal. Sin embargo, aclaró que “el grupo, como bien dice su nombre, es estrictamente ‘familiar’”, y no destinado a la subversión, como alegó la fiscalía.
Además, apuntó que “nadie está autorizado a violar la privacidad y la intimidad de una familia”, a lo que añadió que “se omite el carácter íntimo, privado y estrictamente familiar del grupo” en el documento emitido por la fiscalía.
Finalmente, cuestionó la acusación del régimen contra su tío, planteando: “¿A quién incitaba? ¿A sus hermanos? ¿A sus sobrinos adolescentes? ¿A su hija? ¿A su tía de 70 años? ¿A su prima?”, refiriéndose a la absurda acusación de que Barreiro, a través de un grupo privado, buscaba incitar levantamientos, asesinatos y linchamientos de líderes del gobierno y otros dirigentes.
Daime Ortega González, hija del acusado, también alzó su voz en las redes sociales para denunciar los crímenes que el régimen ha cometido contra su padre por “expresar lo que piensa libremente sin faltar el respeto a nadie y desde la cordura y la serenidad”.
Ortega denunció que el pasado lunes se realizó “finalmente” el juicio contra su padre, “después de 16 meses de privación de libertad, siete en prisión y nueve de reclusión domiciliaria”.
En relación con su padre y el proceso judicial del cual ha sido víctima, la joven apuntó: “Ha sido reprimido, abusado, y encarcelado sin haber cometido absolutamente ningún delito, ni haber violado ninguna norma contemplada en la Constitución”.
Por último, denunció: “Se le han violado todos sus derechos, tanto cívicos como constitucionales, se le negaron todo tipo de recursos (fianza, habeas corpus, control judicial) durante siete meses sin haber elementos para mantenerlo en prisión”.
El caso de Barreiro ha provocado numerosas reflexiones entre los cubanos activistas y defensores de los derechos humanos.
El periodista José Raúl Gallego calificó en Facebook este caso como un digno ejemplo de lo que es capaz de hacer una dictadura.
“No hay que ir hasta Irán, Corea del Norte, Afganistán ni a ningún lado para ejemplificar lo que significa vivir en violación flagrante de los derechos humanos más básicos”, señaló Gallego.
“Y lo más triste es que este atropello superlativo no se trata de una excepción, sino que es la norma que se ha aplicado durante 65 años en los que se cuentan por decenas de miles los presos, expulsados, sancionados, golpeados, amedrentados por un simple comentario, un chiste o por decir en voz alta o a media voz lo que mucha gente piensa”, apuntó el periodista, quien siente gran indignación por el abuso del cual ha sido víctima Barreiro.
Portales de noticias, como CubaNet, también han reflejado este caso: “Con unos 53 años de edad y barbero de profesión, José Manuel Barreiro Rouco es un activista reconocido en Aguada de Pasajeros, provincia de Cienfuegos”.
Según el sitio web, Barreiro se vinculó a la organización independiente Movimiento Ciudadano Reflexión y Conciliación, bajo el liderazgo del opositor Juan Alberto de la Nuez Ramírez, desde la fundación en el año 2010.
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