Libreta de abastecimiento: Habaneros no reciben pasta de dientes desde hace medio año

Entre los productos pendientes de ser distribuidos con atraso, el MINCIN incluyó la pasta dental, cuya entrega pretende “recuperar los atrasos del segundo bimestre marzo-abril”.

Productos de higiene y aseo entregadfos por la libreta de abastecimiento © Trabajadores
Productos de higiene y aseo entregadfos por la libreta de abastecimiento Foto © Trabajadores

Una información del ministerio de Comercio Interior (MINCIN) publicada este lunes 16 de septiembre sobre la distribución de productos de la canasta familiar normada reveló que los habaneros no reciben desde marzo la cuota de pasta de dientes que se incluye en la canasta familiar básica normada.

Según la Empresa Provincial de Comercio de La Habana, del 16 al 21 de septiembre comenzarán a distribuirse en la capital los productos correspondientes al mes de agosto que el Estado entrega de manera racionada y subsidiada a los cubanos.

mincin.gob.cu

Entre los productos pendientes de ser distribuidos con atraso (corresponden a agosto y no a septiembre), el MINCIN incluyó la "crema dental", cuya entrega pretende “recuperar los atrasos del segundo bimestre marzo-abril”. Es decir, los habaneros no recibían pasta de dientes por la libreta desde marzo, hace medio año, una situación parecida a la vivida en Las Tunas.

El listado del MINCIN deja en evidencia la situación en la que se encuentra la política de racionamiento del régimen comunista cubano.

Con el fracasado “ordenamiento económico”, el gobierno de Miguel Díaz-Canel avisó que empezaría a eliminar “subsidios excesivos y gratuidades indebidas”, lo cual hizo pensar a muchos que el régimen se encaminaba hacia la extinción de la libreta de abastecimiento

El propio Díaz-Canel explicó en octubre de 2020 durante el programa televisivo Mesa Redonda que la llamada libreta de abastecimiento se iría eliminando gradualmente en todo el país. El gobernante aclaró que se iban a suprimir parcialmente "subsidios indebidos", pero que se haría una reforma salarial, en las pensiones y en los precios de los productos.

Cuatro años más tarde, el resultado de estas medidas económicas salta a la vista de todos los cubanos, que han visto en ese tiempo disminuir drásticamente su poder adquisitivo, su nivel de vida, sufrir una crisis devastadora, con escasez de alimentos, medicinas y deterioro de los servicios públicos, además de proliferar la miseria, la desigualdad y las enfermedades.

Sin embargo, en diciembre de 2023, el régimen cubano anunciaba que pondría fin al subsidio universal a la canasta básica de alimentos. Al presentar el plan de impacto económico ante el Segundo Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), el primer ministro Manuel Marrero Cruz explicó que la idea es "subsidiar a las personas, no a los productos", argumentando que así se creará un "sistema más justo y más eficiente".

Para ello, dijo que le encargarían al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, "durante las próximas semanas y meses", identificar a las personas según su nivel de vulnerabilidad y brindarles la ayuda correspondiente.

“No es justo que reciban lo mismo los que mucho tienen que los que muy poco tienen. Hoy nosotros le subsidiamos lo mismo a un ancianito pensionado que al dueño de grandes negocios privados que tiene mucho dinero”, dijo Marrero Cruz.

Sin embargo, dos días después del anuncio, la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez, aseguró que en 2024 se mantendría la libreta de abastecimiento y desmintió las "bolas" sobre su desaparición.

"Queremos ratificar una vez más que la libreta de abastecimiento sigue siendo el medio de distribución que la Revolución hace 60 años decidió crear y mantener para una distribución equitativa a nuestra población, e incluso en la presentación de las medidas económicas el Primer ministro reiteró que se mantiene esa política", dijo a la oficialista ACN. "Por tanto, son inciertas las bolas y rumores sobre su desaparición", añadió.

Constatado el fracaso del “ordenamiento económico”, el régimen dio marcha atrás a su objetivo de eliminar “subsidios excesivos y gratuidades indebidas”, pero parece optar ahora por una extinción gradual y silenciosa de la libreta de abastecimiento, que acumula exponencialmente atrasos en la entrega de cada vez menos productos y menos cantidades.

Este septiembre, los habaneros recibirán 10 onzas por consumidor de frijoles y chícharos, dos libras de azúcar, siete de arroz (distribución fraccionada según disponibilidad), y la sal correspondiente al tercer trimestre (junio, julio y agosto).

Además, los niños de cero a dos años 11 meses y 29 días, recibirán 13 cajitas de compota; los niños de siete a 13 años, 4 bolsas de yogurt de soya (hay “territorios con entregas pendientes”), los niños de cero a dos años recibirán la entrega de 30 días de leche en polvo, mientras que los de dos a seis, solo recibirán la correspondiente a una decena.

Aseo (jabón de lavar y tocador) y detergente líquido serán entregados con frecuencia trimestral y bimestral respectivamente. A todo ello se añade la reducción del tamaño del pan que se entrega a diario como parte de la canasta básica en Cuba, que de 80 se redujo a 60 gramos de peso.

Y la pasta de dientes, esa que los habaneros no reciben por la libreta desde hace medio año, también empezará a ser distribuida en la capital. Sonreír, que la cosa puede ser, y seguro será peor.

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