Los protectores de animales de la provincia de Sancti Spíritus celebraron la recuperación favorable de un caballo que fue lesionado con un machete el domingo último.
La Fundación ARCA Sancti Spíritus, que dio a conocer este lamentable suceso en las redes sociales, informó este martes en Facebook que los voluntarios realizan el tratamiento al pie de la letra, con la asesoría del Dr. Rodolfo Sori Barrionuevo.
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Los protectores de animales en Sancti Spíritus han expresado su profundo agradecimiento a todos los que colaboraron en la recuperación del caballo que fue víctima de un brutal ataque: “Sin su ayuda, hubiera sido imposible”, señalaron.
En particular, destacaron la contribución del Dr. Fran, veterinario de Fomento, quien donó medicamentos esenciales para el tratamiento del animal, y resaltaron el apoyo constante del pueblo de Sancti Spíritus, que no ha dejado de mostrar interés por la salud del caballo: “A todos, gracias infinitas”.
En el video, mostraron al animal de pie, con las heridas cubiertas para evitar infección. Además, explicaron que se le está suministrando antibióticos y otros medicamentos, como la dextrosa, el metronidazol y la vitamina C, necesarios para su recuperación.
En la última publicación realizada por la fundación ARCA en Facebook, solicitaron apoyo para conseguir spray de aluminio, “para las heridas del caballo macheteado y poder quitarle las vendas”, apuntaron.
Aunque este caballo corrió con buena suerte, no siempre ocurre así, y las redes sociales dan fe de los incidentes de abuso y maltrato.
Los hechos y denuncias que reflejan la desprotección de los animales en Cuba evidencian la falta de voluntad del régimen para brindarles protección adecuada.
En agosto, la protectora de animales Yenney Caballero denunció un nuevo caso de maltrato animal en San José de las Lajas, Mayabeque, donde los caballos utilizados para tirar coches son obligados a permanecer bajo el sol, cargados con pesadas cargas, mientras sus dueños descansan a la sombra.
Caballero afirmó en Facebook que pudo comprobar con sus propios ojos la triste realidad de estos animales: mientras sus cuidadores se resguardan a la sombra, conversando entre risas, los caballos permanecen bajo el sol, secos y flaco, con la cabeza gacha, quemándose como esclavos.
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