El cubano Mijaín López hizo suya este martes la historia del olimpismo moderno, al convertirse en el primer competidor de cualquier disciplina en conquistar cinco cetros consecutivos en una misma prueba individual.
Sucedió en la lucha, en la división de 130 kilogramos del estilo grecorromano, que vio reinar en París 2024 a la leyenda de la isla, el mismo que dominó antes en Beijing 2008, Londres 2012, Río de Janeiro 2016 y Tokio 2020.
Además, ningún luchador había conquistado cinco títulos en la historia de los Juegos, y de paso, también pasó a los libros como el gladiador más longevo en ganar una presea, con 41 años y 11 meses, proeza que estaba en poder Adolf Lindfors (41 años y medio), dorado en Amberes 1920.
El “Gigante de Herradura” (5-0-0) se ratificó como el máximo ganador de coronas de su país y empató con el esgrimista Ramón Fonst (4-1-0/París 1900, St. Louis 1904) en cuanto a cantidad de medallas.
Dos décadas después de su debut en Atenas 2004, de donde se fue sin subir el podio, Mijaín López bajó las cortinas de su inigualable carrera olímpica y la emoción tocó niveles insospechados al verlo arrodillado, colocar sus zapatillas en el centro del colchón y derramar lágrimas entre un manojo de sentimientos.
En el combate decisivo exhibió ese semblante de hombre invencible, de tipo rudo, pero su naturaleza indomable cambió luego de decretarse el éxito sobre su compatriota Yasmani Acosta (6-0), representante de Chile y orgullo también de la isla.
Con un andar lento, López, vestido de rojo, maillot apretado, retornó a la superficie competitiva y regaló una despedida legendaria para el deleite de las miles de personas presentes en el Champ de Mars Arena y las muchísimas más que lo vieron convertirse en el único deportista en la historia en ganar cinco veces el mismo evento individual bajo la sombra de los cinco aros.
Decir Mijaín es hablar de una leyenda viviente, de esos elegidos por la gloria. Se entiende que sea catalogado el “GOAT” (el mejor de siempre) de la lucha, porque, además, suma otros cinco títulos universales y cuatro en lides multideportivas a nivel continental.
Cuentan que su única derrota en los Juegos Olímpicos aconteció el lejano 24 de agosto de 2004 versus el ruso Kashan Baroev. Después llegaron solo sonrisas y bailes. Insuperable.
El cubano es uno de los mejores deportistas de la historia. Los resultados lo avalan. Un hombre que llegó a Francia sin pelear desde el 2021 y siempre pareció que el esfuerzo estaba de paseo cerca de la Torre Eiffel.
El estilo greco lo extrañará en Los Ángeles 2028, porque en Francia no dio margen a dudas. Sigue entero, fuerte como siempre. Pero no seguirá y sus palabras se respetan. Toca agolpar los asientos y hacer reverencia: un rey dijo adiós.
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