Cuando Ismael Romero Fernández salte este domingo a una cancha en las Olimpiadas de París como parte del equipo de Puerto Rico, se convertirá en el primer cubano en acceder al baloncesto olímpico en los últimos 44 años.
“Los cubanos no han participado en el baloncesto de una Olimpiada desde Moscú 1980, pero hoy uno de ellos ha sido adoptado por la otra ala del pájaro y volarán juntos para hacer historia en París”, reseñaba en días recientes una publicación que el basquebolista comentaba con una sola palabrada: “bendecido”.
Conocido como "El Cubanazo", Ismael Romero es un destacado jugador de baloncesto nacido el 23 de junio de 1991 en Ranchuelo, Villa Clara.
Su trayectoria en el baloncesto ha estado marcada por su determinación y habilidad en la cancha, lo que le ha permitido sobresalir tanto a nivel nacional con su país de origen, como con Puerto Rico, la nación que lo adoptó.
Ismael Romero comenzó a jugar baloncesto en su ciudad natal, donde rápidamente se destacó por su atlética capacidad y habilidades en el juego.
Formó parte del equipo de baloncesto de Villa Clara, participando en la Liga Superior de Baloncesto de Cuba, donde se posicionó como uno de los mejores jugadores jóvenes del país.
En 2012, durante un torneo en Puerto Rico, Romero tomó la decisión de no regresar a Cuba, buscando oportunidades para desarrollar su carrera en el baloncesto profesional fuera de su país.
Ese paso marcó un punto de inflexión en su vida y en su carrera deportiva
Ismael Romero consiguió rápidamente en el baloncesto puertorriqueño, donde ha jugado para varios equipos de la Baloncesto Superior Nacional (BSN), incluyendo los Atléticos de San Germán, los Vaqueros de Bayamón y los Capitanes de Arecibo.
Su desempeño en la BSN ha sido notable, siendo reconocido por su capacidad para anotar, su agilidad y su juego defensivo.
Además de su éxito en Puerto Rico, Romero ha tenido la oportunidad de jugar en otras ligas internacionales, incluyendo la Liga Nacional de Baloncesto Profesional (LNBP) de México, donde ha sido parte de equipos como los Soles de Mexicali y los Mineros de Zacatecas.
Su versatilidad y consistencia en el juego le han permitido ganarse el respeto y admiración en cada liga en la que ha participado.
A lo largo de su carrera, Ismael Romero ha recibido múltiples reconocimientos por su desempeño en la cancha. Ha sido seleccionado para participar en juegos de estrellas y ha sido galardonado en varias ocasiones como el Jugador Más Valioso (MVP) de partidos cruciales.
Romero se caracteriza por su impresionante habilidad atlética y su capacidad para jugar tanto en posiciones interiores como exteriores.
Es conocido por su agresividad en el rebote, su capacidad para bloquear tiros y su habilidad para anotar puntos en momentos críticos del juego. Su enérgico estilo de juego y su dedicación en la cancha lo convierten en un jugador clave para cualquier conjunto.
A pesar de las dificultades y desafíos que enfrentó al abandonar Cuba, Ismael Romero ha demostrado una increíble resiliencia y determinación. Su historia es un ejemplo de perseverancia y de éxito a través del esfuerzo y la pasión por el deporte.
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