Circula en redes sociales un audio que confirma en voz del propio actor cubano Carlos Massola la agonía que vivió en las horas anteriores a su muerte.
En lo que parece ser un audio de WhatsApp que envió a una persona muy allegada a él cuando creía estar mejor, Massola achacó a una ingesta de “unas pizzas” que se comió, el origen de su malestar.
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“Vomité sangre, se me hizo una ingesta por unas pizzas que me comí de allá abajo, porque aquí todo es inventado, inventado. Entonces empecé con unas ganas de vomitar y no vomitaba. El problema es que yo estoy operado del estómago, me irritó la mucosa y me metí un día entero tratando de vomitar, con arqueadas y arqueadas y no me salía y no me salía”, detalló el actor.
A continuación Massola explicó que en la madrugada se cayó al suelo y que tuvo diarreas como con una “sangrasa”. A eso siguieron varios vómitos. Explicó que incluso se cayó y que permaneció horas en el suelo sin poderse levantar.
“Empecé vomita y vomita. El último vómito fue ayer a las 11 de la noche, que fue un líquido negro ya, ahí se me paró la vomitera y la cagadera”, describió.
“Cuando ya me sentí bien me senté en la cama todo cagado, que voy a hacer, no me he podido ni bañar porque tengo miedo pararme y caerme y otra vez”, añadió en sobrecogedor testimonio Carlos Massola, quien detalló que “la cirujana”, a quien al parecer consultó por teléfono, lo mandó a tomar metronidazol.
“Estoy mejor, pero tengo miedo pararme porque voy a caerme otra vez al piso y no tengo quien me levante aquí”, concluyó el actor.
La descripción de los hechos concuerda con la información que dio en redes su amigo Fabio Corchado Borroto.
"Tuvo varios vómitos y diarreas con sangre. Se cayó de la cama y ahí se quedó desmayado toda la madrugada. Me llamó en la mañana para que le consiguiera metronidazol, pero no quiso ir al médico en ese momento, hoy amaneció sin vida", escribió Corchado Borroto en una publicación en Facebook que dio a conocer la muerte de Massola.
Gladys Escandell Pérez, madre del fallecido conversó con Cubanet, y declaró que su hijo pasó cuatro días encerrado en su cuarto sin permitir la entrada a nadie ni recibir atención médica.
Según relató, Massola se encontraba mal y rechazó cualquier asistencia, incluso de ella, quien habría tratado de convencerlo para que fuera al médico.
“Por no disgustarlo, no le abrí el cuarto. Le decía desde la puerta que debía ir al médico, pero él se negó”, dijo la mujer, quien agradeció las muestras de solidaridad pero también criticó la desinformación sobre la muerte de su hijo.
“Él no pensaba que estaba tan grave y creía que se curaría solo. No quería ir al médico porque decía que no había recursos en el hospital”, explicó.
La madre de Massola afirmó que su hijo llevaba días débil, vomitando y defecando con sangre debido a afecciones preexistentes, y que fue su propia decisión no buscar ayuda médica.
Los restos mortales de Carlos Massola fueron incinerados, como era su voluntad. Tras siete horas de espera del carro fúnebre, sobre las cuatro de la tarde del pasado miércoles el cadáver del artista fue sacado de su vivienda en el municipio Cerro con ayuda de los bomberos y trasladado a la funeraria Bernardo García, sita en la calle Zanja.
El médico de la familia dictaminó que Massola falleció de un shock hipovolémico, es decir, “una afección de emergencia en la cual la pérdida grave de sangre o de otro líquido hace que el corazón sea incapaz de bombear suficiente sangre al cuerpo”, y que puede hacer que muchos órganos dejen de funcionar.
La muerte del actor Carlos Massola, que en los últimos años elevó su voz en numerosas ocasiones contra el gobierno cubano, fue completamente ignorada por las autoridades de Cultura en la isla. Ninguna institución cultural oficial cubana se hizo eco en sus perfiles en redes sociales del deceso del actor, lo que ha sido duramente criticado por miles de cubanos, incluidos algunos afines al gobierno como el cantante Cándido Fabré.
A pesar del silencio en el ámbito oficial, no le ha faltado a Massola el reconocimiento y el espontáneo homenaje de muchos de sus colegas, así como tampoco el cariño del pueblo, que ha apreciado el valor que tuvo el actor de manifestar sin censura, ni eufemismos, sus ideas políticas.
Carlos Massola murió en espera de un parole humanitario que le permitiera abandonar Cuba y luchar por una mejor vida.
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