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Los familiares de un joven cubano de 28 años que murió el pasado 6 de mayo mientras estaba bajo custodia policial en una unidad de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) en San Juan y Martínez, en la provincia de Pinar del Río, reclaman justicia por el lamentable hecho.
Identificado como Luis Ángel Benítez Hernández había sido detenido tras prender fuego a su casa, con su expareja dentro.
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Según su padre, Juan Ángel Benítez Peraza, el joven “se entregó voluntariamente a la policía sin oponer resistencia, informándoles que había ingerido veneno”. A continuación el padre denuncia la poca atención de la policía.
“Lo llevaron al policlínico Modesto Gómez Rubio, donde lo atendieron con las manos esposadas y no le hicieron un lavado estomacal, sólo le administraron dextrosa y vitamina B6”, asegura.
En una extensa publicación en X (anteriormente conocida como Twitter) la organización defensora de los Derechos Humanos (DD.HH) Cubalex señaló de irregularidades cometidas durante la atención médica del joven en el policlínico.
“En el policlínico emitieron un certificado de lesiones que no registraba ningún signo evidente de golpes en su cuerpo”, indican.
Tras ser traslado a la unidad policial nuevamente, la madre del joven pudo documentar sus malas condiciones en el lugar.
“La policía admitió que Luis Ángel murió en la unidad y el director del policlínico confirmó que el joven llegó al centro médico ya sin vida”, señala la publicación de Cubalex.
Además aseguran que “en Medicina Legal, preguntaron a la madre por los golpes que Luis Ángel tenía en el rostro y cuerpo, y si sabía de algún altercado físico, lo que confirma el maltrato”.
La familia denuncia que la policía no les ha dado explicaciones sobre lo acontecido con Luis Ángel.
“Los padres no han tenido acceso a ningún documento y únicamente se les ha informado que deben esperar los resultados de la investigación”, añaden.
El padre de Luis Ángel declaró que teme por su seguridad, puesto que policías del régimen han ido a visitarlo a su vivienda para amenazarlo.
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