Siete balseros cubanos que lograron tocar tierra en Cayo Largo, Florida, este sábado, fueron detectados y detenidos por agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos (USBP) en el sector Miami, tras el desembarco.
Samuel Briggs II, agente jefe de la USBP en el sector Miami, informó sobre el suceso en una publicación en la red social X, donde advirtió que “las empresas de migración marítima ilegal durante estas temperaturas sofocantes son extremadamente peligrosas y potencialmente mortales”.
La avalancha de migrantes cubanos, principalmente rumbo a Estados Unidos, ya sea por vía marítima o terrestre, no da señales de llegar a su fin.
Un total de 17,870 cubanos arribaron por mar y tierra al país norteño el pasado abril, según estadísticas publicadas esta semana por el Departamento de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
Esa cifra completa un total de 144,378 arribos durante el presente año fiscal 2024, iniciado el pasado 1 de octubre, y evidencia que el mayor éxodo migratorio en la historia de Cuba continúa imparable.
En las últimas semanas las noticias de desembarcos de balseros cubanos en costas estadounidenses y de otros países, naufragios, intercepciones y rescates por cruceros en alta mar no han dejado de sucederse, con hechos fatales como la muerte de cuatro inmigrantes al quedar a la deriva la embarcación en la que viajaban.
En ese último incidente, sobrevivieron otros cuatro cubanos, que fueron rescatados por pescadores mexicanos frente a las costas de San Fernando, en Tamaulipas, México.
Los inmigrantes, en severo estado de deshidratación y desnutrición, recibieron atención médica en un centro hospitalario de ese país y, días después, el gobierno mexicano les otorgó la residencia.
Esta semana, se conoció el rescate de otros tres balseros, frente a las costas de Progreso, en la península de Yucatán. Los hombres se encontraban en un crítico estado de salud.
La semana anterior, se reportó la llegada de siete migrantes cubanos a Islas Caimán en una embarcación casera, pero el grupo decidió continuar su travesía marítima, según las autoridades de ese territorio británico de ultramar, ubicado en el mar Caribe.
También en esos días, arribaron a una playa de Miami-Dade en una lancha rápida unos ocho o nueve inmigrantes. Dos de ellos, cuya nacionalidad no fue revelada, fueron detenidos, mientras que los restantes consiguieron escapar de las autoridades.
El gobierno de EE.UU. continúa insistiendo en que todas las personas que intenten o lleguen ilegalmente por mar no podrán permanecer en el país, serán procesadas de acuerdo con las leyes y políticas estadounidenses, y retornadas a su país de origen o al de partida.
Los migrantes que arriban por mar y son detenidos por la Patrulla Fronteriza tras tocar suelo estadounidense son procesados para ser devueltos a su nación de origen por la agencia de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y la Oficina de Detención y Deportación (ERO), con la prohibición de reingresar legalmente a ese país por cinco años.
El viernes último, la Guardia Costera de EE.UU. (USCG) repatrió a 26 migrantes cubanos, que habían sido interceptados el martes en la mañana a bordo de una embarcación rústica, en las inmediaciones de Crocker Reef, cerca de los Cayos de Florida, según un comunicado de la agencia.
El Ministerio del Interior de Cuba informó, a su vez, que los balseros habían salido del país por Villa Clara y fueron interceptados después de tres días en altamar.
Según la fuente gubernamental, con esta suman 40 operaciones durante 2024, en las que han sido devueltos 571 inmigrantes desde varios países de la región.
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