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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dio este martes un paso decisivo en la política comercial con China al anunciar la imposición de nuevos aranceles por valor de 18.000 millones de dólares a las importaciones de productos provenientes de ese país.
Estos aranceles afectarán a varios sectores que la Casa Blanca considera "cruciales para el futuro económico y la seguridad nacional de Estados Unidos", incluyendo el acero, el aluminio, los semiconductores, las baterías, los paneles solares, las grúas de descarga de buques y los productos médicos.
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El aumento más drástico afecta a los vehículos eléctricos, con un incremento del arancel del 25% al 100% en el transcurso de este año.
"Acabo de imponer una serie de aranceles a los productos fabricados en China: 25% en acero y aluminio, 50% en semiconductores, 100% en vehículos eléctricos, y el 50% en paneles solares. China está decidida a dominar estas industrias. Yo estoy decidido a asegurar que Estados Unidos lidere el mundo en ellos", expresó Biden en su cuenta de X.
Esta medida responde al notable aumento en las exportaciones de vehículos eléctricos del país asiático a Estados Unidos, un crecimiento del 70% entre 2022 y 2023, que se percibe como una amenaza para el desarrollo del mercado interno de vehículos eléctricos en el país receptor, indicó el mandatario.
Un objetivo de Biden es que hasta dos tercios de los nuevos automóviles vendidos en Estados Unidos sean eléctricos para el año 2032, y para alcanzar esta meta se han impulsado programas destinados a incentivar la producción nacional de estos vehículos.
Además del aumento en los aranceles a los vehículos eléctricos, se espera un incremento en los aranceles a las baterías utilizadas en estos vehículos, así como a otros minerales críticos y productos médicos.
Este aumento en los gravámenes tiene como objetivo fomentar la producción nacional y reducir la dependencia de China en estos sectores estratégicos, señala la información.
El anuncio de estos aranceles se produce en un momento clave, en medio de la campaña para las elecciones del 5 de noviembre.
Biden, quien busca la reelección, ha adoptado un tono más duro hacia China, a pesar de mantener un diálogo abierto con Pekín.
Esta medida de Biden busca captar el apoyo de la clase trabajadora estadounidense y alejarla del expresidente Donald Trump, quien se perfila como futuro candidato republicano y quien también implementó políticas comerciales agresivas hacia China durante su mandato, recordó la agencia EFE. En 2019 Trump lamentó no haber aumentado más los aranceles a China, a quien había impuesto apenas un 5% que después suspendió tras un acuerdo con el país asiático.
La Casa Blanca destacó que la medida de Biden ha sido tomada consecuentemente, pues estos aranceles están dirigidos específicamente a sectores en los que se ha invertido y no son comparables a los "aranceles indiscriminados" impuestos durante la administración Trump, los cuales desencadenaron una guerra comercial con consecuencias negativas para el crecimiento global.
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