El activista Aníbal Ferrand recorrió las calles de Baracoa, preguntando a la gente cuándo fue la última vez que comieron carne de res, revelando así el impacto de la crisis económica en la alimentación de la población en esta ciudad.
Ferrand, quien suele mostrar la vida cotidiana en la ciudad oriental en sus redes sociales, compartió el martes en Facebook los resultados de su recorrido, alertando que muchas personas apenas recuerdan lo que es la carne de vaca.
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“Hace años, ni me acuerdo”, declaró una persona.
En un grupo de jóvenes, uno de estos comentó que el día anterior, mientras otro dijo que desde hace dos meses.
En el mismo piquete, dos afirmaron que desde hace mucho tiempo no comen carne de res.
“¿Carne de vaca?”, dijo un joven haciendo gestos de haber olvidado ese alimento. “¿Eso existe?”, apuntó.
“Las otras la conozco, pero esa se me olvidó”, recalcó el muchacho. Su novia enfatizó que hace rato no ve la carne de res.
Muchos hogares cubanos, producto de la agudización de la crisis económica, han visto desaparecer varios alimentos de sus mesas, incluyendo la res.
Con motivo de la celebración por el fin de año, el gobierno de Matanzas alardeó de vender tres libras de carne de res por núcleo, sin embargo, en la práctica en algunos territorios a duras penas alcanzó a dos libras por libreta.
La Asamblea Municipal del Poder Popular de Jagüey Grande dijo que en ese territorio la Cooperativa Félix Duque solo vendió dos libras de carne de res por núcleo familiar en el poblado Agramonte, correspondiente al Módulo Especial de Alimentos por fin de año.
La exigua cantidad de carne de res que consume la población se mueve en la informalidad, en un mercado ilícito alimentado por una alta demanda y por personas que sacrifican reses, arriesgándose a ser castigados severamente.
En marzo último, la cubana Anisleidis Parra Muñoz denunció en las redes sociales, la detención violenta de un familiar suyo, dentro de la casa y frente a varios menores de edad.
Esta mujer santiaguera aseguró que la Policía del municipio de Mella, en Santiago de Cuba, entró a su casa sin una orden de registro, ni testigos de la comunidad, y “le cayeron a golpes a su marido” y a su hijastro, que es un menor de edad, presuntamente por vender carne de res de manera ilegal.
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