¿Qué puede comprar un médico con su salario en Cuba?

Ser médico fue por mucho tiempo una profesión admirada en Cuba. Requería esfuerzo para su formación académica, pero el trabajo estaba bien remunerado y eran figuras públicas de reconocimiento.

La realidad actual de los médicos cubanos es muy distinta. No escapan a la pobreza extrema. Tras la aplicación de las erradas medidas económicas del régimen, sus salarios son cada vez más precarios. Muchos están abandonando los puestos de trabajo para emigrar o dedicarse a otras funciones, lejos del sector de la salud.

¿Cuánto gana un médico en Cuba?

A pesar de estar entre los profesionales mejor remunerados de Cuba, los médicos enfrentan, como el resto de los trabajadores, una realidad marcada por la inflación, la baja productividad del país y la escasez extrema.

En 2024, el sector salud introdujo "mejoras salariales" que contemplan "el pago de guardias nocturnas, el pago adicional por exposición y complejidad, por años de servicio y por el máximo esfuerzo". Sin embargo, estos incrementos son percibidos por los médicos como "irrisorios".

Tras la reforma salarial de 2021, el sueldo de un médico recién graduado se fijó en 4,610 pesos mensuales. La cifra se incrementa hasta los 5,060 pesos cuando hacen la residencia. Al concluir la especialidad, el salario aumenta ligeramente a 5,560 pesos.

Los médicos con una mayor especialización (aquellos que poseen dos especialidades) pueden llegar a ganar hasta 5,810 pesos mensuales. Algunos de estos profesionales de la salud, tienen categoría docente y científica. En esos casos cobran un plus, al igual que por la antigüedad.

En total, un médico altamente cualificado y con más de 20 años de experiencia profesional, que realiza publicaciones científicas periódicas y tiene experiencia docente, podría estar ganando en Cuba 7,500 pesos.

Aunque parezca un valor considerable dentro del contexto local, la realidad del poder adquisitivo es otra al comparar el salario con el precio del dólar en el mercado irregular de divisas, donde 20 USD equivalen a 7,840 CUP. Un médico cubano gana 20 dólares mensuales, aproximadamente.

¿Qué cosas puede comprar un médico cubano con su salario?

Para poner en perspectiva lo que este salario representa en términos de capacidad de compra, examinemos algunos precios actuales de alimentos y productos básicos:

• 1 caja de pollo, de 28 libras: 32 USD.
• 1 caja de picadillo de pollo, de 18 kg: 37 USD.
• 10 libras de carne de cerdo deshuesada: 35 USD.
• 1 kilogramo de leche en polvo: 1,800 CUP.
• 1 libra de pan: 100 a 120 CUP.
• 1 libra de azúcar blanca: 300 CUP, y de azúcar prieta: 250 CUP.
• 1 libro de aceite de girasol: 1,300 CUP
• 1 libra de frijoles: 300 CUP; de arroz: 180 CUP.
• 1 cartón de huevos: 3,100 CUP
• 1 botella de cola: 500 CUP; una cerveza: 220 CUP.
• 1 paquete de galleticas dulces: entre 300 y 800 CUP.
• 1 libra de pescado: 270 CUP; y en estas fechas si fuera pargo: 350 CUP.
• 1 tacita de café: 20 CUP.

Estos costos demuestran que, incluso para los médicos, la cobertura de las necesidades básicas es un desafío constante, limitando significativamente su calidad de vida y bienestar.

Al salario del médico se debe descontar el pago de la electricidad, del agua, de transporte para acceder al trabajo, del círculo infantil en caso de que tenga hijos, los gastos de vida cotidiana y de la canasta básica normada que ya supera los 1,500 pesos, a pesar de estar "subvencionados" esos alimentos por el Estado.

Los médicos son profesionales que trabajan directamente con la población. Es un sector muy sensible que el Estado dejó relegado.

El salario no les alcanza para sobrevivir. Muchos han tenido que vender sus carros, adquiridos tras décadas de trabajo, porque no consiguen dinero suficiente para comprar combustible, dar mantenimiento a los vehículos, pagar los servicios básicos y garantizar comida en sus hogares.

Los galenos cubanos deben ir a las consultas en transporte público, presentarse a realizar una cirugía agotados físicamente, atender a los pacientes estando ellos mismo estresados y pasar las noches de guardia mal alimentados.

Esta realidad subraya las consecuencias directas de las políticas del régimen, que han exacerbado las condiciones económicas adversas, empujando a muchos profesionales a reconsiderar su permanencia en el sistema de salud pública de la isla.