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Los vecinos de la calle Leonor entre Carvajal y Lindero, en el municipio Cerro, en La Habana, denunciaron que durante los últimos seis meses el agua potable recibida en sus hogares presenta niveles altos de cloro.
Dificultades respiratorias, hinchazón en los pies y daños materiales son los principales problemas que enfrentan los residentes a diario, reportó el sitio Martí Noticia.
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En medio de la actual crisis cubana, donde los salarios no alcanzan para satisfacer las necesidades básicas, una persona afectada expresó su preocupación por el hecho de que el exceso de cloro está dañando la ropa cada vez que lava.
Made explicó que, debido a esta situación, un short que originalmente era color carmelita terminó adquiriendo un tono rosado.
Geise, otra vecina afectada, expresó su frustración al tener que dejar reposar el agua en un tanque para poder usarla, esperando que el cloro se asiente
Ese fue el consejo que le dio un empleado de la empresa estatal Aguas de La Habana, después de que numerosas personas denunciaran el problema.
El inspector, luego de tomar muestras de agua, dijo que no era seguro consumirla así, denunció la enojada vecina.
Otro residente, desde el anonimato, alertó que algunas personas experimentan problemas respiratorios e inflamación en las piernas, en especial aquellas que tienen enfermedades que los hacen más susceptibles al cloro.
Un médico consultado por CiberCuba puntualizó que quienes padecen alergia bronquial, asma, dermatitis, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, y otros padecimientos inflamatorios, no deben exponerse al agua con altas concentraciones de cloro.
Algunas de esas enfermedades son bastante frecuentes en la población cubana, alertó el galeno.
La Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades de los Estados Unidos (ATSDR) advierte que los niveles bajos de cloro pueden provocar irritación de la nariz, la garganta y los ojos, sin embargo exponerse a altas concentraciones puede ocasionar tos, alteraciones del ritmo respiratorio e incluso dañar los pulmones.
El organismo de salud estadounidense también alerta que beber cantidades pequeñas de soluciones de hipoclorito (menos de una taza) puede producir irritación del esófago; mientras que ingerir soluciones concentradas de hipoclorito provoca daño grave de la parte superior del tubo digestivo y, en algunos casos, hasta la muerte.
Y mientras el exceso de cloro en el agua potable perjudica a los vecinos de la calle Leonor, en el Cerro, en otra parte del municipio habanero, un enorme bache se convirtió en una piscina.
Sin embargo, en la ciudad de Trinidad, uno de los territorios afectados por la sequía en la provincia de Sancti Spíritus, el preciado líquido llega con dificultad a los hogares debido a la corrupción del régimen.
Los ciudadanos denunciaron irregularidades en el manejo del recurso que van desde llaveros que manipulan las válvulas a su conveniencia, hasta pipas que no llegan a su destino y se venden a 3,000 o 5,000 pesos.
Recientemente el Ing. Alexis Acosta Cruz, vicepresidente de la OSDE Agua y Saneamiento, admitió que en Cuba solo la mitad de la población recibe el servicio de forma estable y segura.
En declaraciones hechas en la Mesa Redonda, el funcionario explicó que en el país hay 2,600 lugares con sistemas de acueducto, más de 3,000 estaciones de bombeo y más de 24,000 kilómetros de redes y acueductos que benefician a más de 8.8 millones de personas.
Sin embargo, de este total solo un 48 por ciento cuenta con un sistema de abasto con indicadores de calidad, accesibilidad y disponibilidad que garantizan una gestión segura.
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