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Las condiciones de vida dentro de las prisiones cubanas se han agravado de forma alarmante, por la falta de alimentación adecuada, escasez de medicamentos, deficiencias en productos de higiene y condiciones generales inaceptables, según reportes de reclusos y sus familiares.
La activista Ania Zamora, madre de Sissi Abascal, una presa política de 26 años condenada a seis años de cárcel por participar en protestas en julio de 2021, dijo al medio Martí Noticias que la crisis afecta a los reclusos y a sus familiares, que "tienen que llevarles de todo".
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Zamora denunció las condiciones de encarcelamiento que enfrenta su hija en la prisión La Bellotex, ubicada en la provincia de Matanzas, donde la comida es insuficiente y de baja calidad.
"En la prisión la comida está pésima, pésima y muy poca. Hay veces que no bajan ni al comedor porque es que no se la pueden comer. El que está enfermo, no tiene medicamento. La plaga de mosquitos, de chinche, de todo", explicó.
Tampoco hay medicamentos básicos ni productos de aseo. Asimismo, dijo que en la cárcel hay plagas de mosquitos y chinches.
Zamora señaló que los familiares se ven obligados a proveer a los reclusos de todo lo necesario, desde agua hasta papel higiénico. "Yo a Sissi le llevo desde el agua hasta el papel. Porque es que allí no tienen nada y sobrevive con lo que uno le lleva", señaló.
El periodista independiente Carlos Michael Morales, liberado recientemente después de cumplir una condena de dos años y medio por su participación en protestas antigubernamentales, describió condiciones similares, incluyendo una alimentación inadecuada y la escasez de productos básicos como jabón y pasta dental.
"De desayuno, hierba hervida, prácticamente sin azúcar, y dan un picadillo con una peste horrible, pequeñas dosis de comida. A veces dan un jabón de baño y el jabón tampoco da para bañarse el mes entero, y un tubo de pasta que lo dan cada 3 a 5 meses", detalló.
También en marzo el artista independiente Luis Manuel Otero Alcántara, preso durante las mismas protestas, dijo al medio independiente El Estornudo que la comida que dan en prisión es "patética".
"Te despiertas a las seis de la mañana y el desayuno es un asco. Imagínate, en un país donde los niños no tienen ahora mismo leche, no tienen pan, ¿qué puede quedar para un preso? El almuerzo es a las once de la mañana y la comida a las seis de la tarde, todo en paupérrimas condiciones", describió.
"La comida es muy patética. Arroz de vez en cuando… Mira, hace como dos días dieron un pescadito ahí, pero estamos hablando de que lo dan una vez al mes. Lo otro es una pasta, un algo que no tiene ni sabor ni olor, o una vianda y una sopa que tampoco tiene olor ni nada. Ese es el almuerzo y la comida. En el desayuno daban pan, pero ahora como está la crisis… Te repito, en un país donde no hay pan para los niños, ¿qué van a dar de desayuno? Una sopa", subrayó.
Dijo que "hay algunos pocos beneficiados" porque "la familia se sacrifica para traerte tres cositas, y cuando llegan las diez de la noche, que ya la comida normalmente fue a las cuatro o a las seis o de la tarde, tienes un hambre voraz".
Agrega que "el por ciento de comida es el mismo para todo el mundo, midas dos metros, midas un metro, seas gordo o seas flaco. Si tu familia tiene posibilidades, o por lo menos te quiere un poquito, te trae algunos panes, algunas galletas… todo el caos que es esta realidad", afirmó Otero Alcántara.
Estas condiciones persisten desde hace años a pesar de que Cuba es firmante de estándares internacionales como las reglas Nelson Mandela, que obligan a otorgar un trato humano y digno para todos los reclusos, así como condiciones de vida que cumplan con las normas de higiene.
"El estado está obligado a dar una alimentación adecuada a las personas privadas de la libertad, y sí, la carga que tienen hoy los familiares es evidente por falta de transparencia en el sistema, porque está a cargo del Ministerio del Interior, que también tiene a cargo la persecución penal", explicó la abogada cubana Laritza Diversent, citada por Martí Noticias.
El pasado año presos políticos cubanos denunciaron que en las cárceles del país muchos reclusos padecen desnutrición y están bajo peso.
Virgilio Mantilla Arango, preso en la cárcel Kilo 7 de Camagüey, afirmó que es "un crimen" lo que está pasando con la alimentación en ese penal.
"Además de ser insuficiente la que están dando, ayer les anunciaron a los reclusos en el comedor que se les iba a disminuir la porción del arroz, y el plato fuerte que dan es líquido", explicó el fundador de la Unidad Camagüeyana por los Derechos Humanos, quien cumple tres años y tres meses de cárcel por el presunto delito de "daños a la propiedad".
El periodista independiente Yordi García Fournier, de 47 años, y preso en el Combinado Sur, en Guantánamo, también denunció que algunos reos, especialmente los manifestantes del 11 de julio de 2021, estaban extremadamente delgados por la hambruna que sufrían en ese penal y el hacinamiento.
"Las chinches les impiden dormir a los reos", aseguró.
En 2021 el portal Cubanet compartió opiniones de los presos de ese reclusorio guantanamero quienes se quejaban de que los estaban "matando de hambre".
Cuba entró en el 2024 con el segundo lugar en tasa de población carcelaria en el mundo, de acuerdo con cifras de World Prison Brief (WPB, por sus siglas en inglés), una base de datos que ofrece información de los sistemas penitenciarios de todos los países.
En las cárceles cubanas hay una tasa de reos de 794 por cada 100,000 habitantes, que arroja un total de alrededor de 90,000 personas en prisión.
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