La prisionera política Yanet Pérez Quevedo, recluida en la cárcel Granja 5, en Camagüey, denunció la mala atención médica recibida tras una lesión autoinfligida.
El 27 de marzo la prisionera se provocó una herida de cuatro centímetros en la muñeca, donde se le realizó una sutura de cuatro puntos y fue remitida al hospital psiquiátrico Comandante René Vallejo.
Pérez explicó que los represores de la cárcel no la llevaron ese mismo día, como estaba escrito en la indicación, sino que la trasladaron el 28, alertó la organización Observatorio Cubano de Derechos Humanos.
“Caminaron Camagüey completo conmigo porque de entrada llevaron otros conduce, hombres y mujeres, la última fui yo”, explicó la opositora.
Cuando llegaron a la institución asistencial, la doctora indicó que la prisionera política debía ser ingresada en la sala I.
Según Pérez la represora que la conducía preguntó el porqué del ingreso, a lo que la doctora respondió que “es un alto riesgo suicida y está ahora mismo descompensada de su enfermedad mental”.
La oficial indicó que en la cárcel Pérez tenía medicación y vigilancia estricta, lo que fue desmentido rápidamente por la opositora, a quien se le pidió salir de la consulta.
Durante el transcurso de ese tiempo, “hicieron que la doctora, que era jovencita de 20 y pico de años, cambiara el papel, y en vez de ingresarme tuve que regresar para la cárcel”, explicó.
La disidente ha sido objeto de hostigamiento en la cárcel por parte de los represores de la seguridad del estado, que le han insistido en varias ocasiones en que sea informante.
Además, alertó que su celda tiene malas condiciones, con falta de agua y tupiciones.
Pérez es miembro del Partido Pro Derechos Humanos de Cuba, afiliado a la Fundación Andrei Sajarov. En 2015, este partido firmó el Acuerdo por la Democracia.
La activista cumple una sentencia de 12 años de cárcel y se encuentra recluida en Camagüey, lejos de su vivienda y de su familia, que reside en San José de las Lajas, provincia de Mayabeque.
En 2017, la organización del exilio Directorio Democrático Cubano, en Miami, le otorgó el Premio Libertad Pedro Luis Boitel como reconocimiento a su lucha por la libertad y los derechos humanos.
Las denuncias de Pérez son evidencia de las constantes violaciones que se registra en Cuba, donde la población penal no tiene ningún tipo de garantías y son víctimas del sistema castrista. Es usual que los represores actúen con impunidad y se ensañen con los presos políticos.
Gricelia Allen, madre del opositor Eider Frómeta Allen, denunció el crítico estado de salud de su hijo y que no ha recibido atención médica en la cárcel de Boniato, en Santiago de Cuba, donde está recluido.
En Camagüey, el preso político Reinier Calderín Socarrás denunció la falta de medicamentos y la existencia de condiciones sanitarias precarias en la cárcel Kilo 8.
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