En contraste con la crisis económica que azota a Cuba, las calles de la isla exhiben nuevos vehículos de lujo que se abren camino por la trama urbana, tras ser importados por micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) desde Estados Unidos.
Entre las marcas de carros más vistas en las ciudades cubanas están Mercedes-Benz, GMC, Range Rover, BMW, Toyota, Kia y hasta algún que otro coqueto Mini Cooper.
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En 2023 se exportaron a la isla desde Estados Unidos carros de diversas modalidades por valor de casi 10 millones de dólares, según estadísticas del Consejo Económico y Comercial EE.UU.-Cuba (USCTEC).
Las preguntas que van generando estos carros a su paso por las calles cubanas, resuenan entre la ciudadanía: ¿Quiénes son los adinerados que pueden importar estos automóviles? ¿Cuál es la fuente de tal opulencia?
La aparición de estos carros ha desatado un caudal de comentarios entre la población. Muchas personas se preguntan si esto es el "¿Bloqueo?" y aseguran que la dictadura no dice la verdad sobre el embargo económico de Estados Unidos.
Para la mayoría de los cubanos es incomprensible que existan empresarios privados en la isla con recursos para adquirir esos carros, mientras otras personas no tienen ni para comer.
Hay quienes aseguran que los dueños de estos carros de lujo en Cuba solo pueden ser los "chivas del gobierno" y otros no dudan que algunos dueños de mipymes dentro de poco sufrirán los decomisos del régimen.
Mientras, en la cotidianidad, los cubanos trabajadores luchan con las penurias del transporte, la escasez de alimentos y los cortes de energía, que son cada vez más notorios.
En 2023, el gobierno cubano anunció regulaciones para la venta e importación de vehículos, en un intento por aliviar la crisis de transporte. Posteriormente, un grupo de empresarios de Miami con autorización del Departamento del Tesoro de EE. UU. iniciaron negocios de importación de carros a cuentapropistas en Cuba.
Es importante destacar que el gobierno cubano tiene a la venta, para personas naturales y mipymes, lotes de carros viejos que comercializa a precios elevados, por decenas de miles de dólares.
Un Toyota de gasolina, viejo, con problemas de pintura en la carrocería, puede costar 30,000 dólares para personas naturales y $13,000 para quien desee adquirirlo a través de una mipyme.
Los carros modernos y costosos se están notando en el país. En la población persisten preguntas sin solución como: ¿Quiénes son los nuevos ricos en Cuba que pueden importar esos carros? ¿De dónde sale tanto dinero?.
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