Hombres armados vestidos con ropa de camuflaje abrieron fuego este viernes contra los asistentes a un concierto en la sala Crocus City Hall de Krasnogorsk, cerca de Moscú, causando la muerte de al menos 40 personas e hiriendo a más de un centenar.
Informes preliminares indican que el hecho fue perpetrado por entre tres y cinco individuos que ingresaron al edificio y comenzaron a disparar en la sala de conciertos y luego iniciaron un incendio en el interior del edificio.
La edificación forma parte de un centro comercial con otros establecimientos como hoteles y restaurantes, y tenía a cientos de personas en el interior, informó el diario El Mundo.
La agencia rusa TASS dijo que reportes iniciales confirmaron 40 muertos y un centenar de heridos, pero las autoridades indican que la cifra podría ser superior.
El ataque comenzó minutos antes del espectáculo programado del grupo Piknik, que ni siquiera pudo empezar la presentación.
Los músicos estaban en el camerino cuando comenzó el tiroteo.
El Fiscal General ha informado de que los terroristas irrumpieron en el vestíbulo y abrieron fuego; mientras el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso afirmó que se trató de "ataque terrorista sangriento".
La portavoz Maria Zajarova pidió a la comunidad internacional condenar el ataque, que calificó como un "crimen monstruoso".
Uno de los primeros en reaccionar al hecho fue el régimen cubano, viejo aliado de Moscú y cuyo canciller, Bruno Rodríguez, posteó un mensaje en X condenando el acto terrorista y envió condolencias a familiares de las víctimas.
Las imágenes de vídeo publicadas en los perfiles en redes sociales de los medios rusos muestran una gran multitud de asistentes tratando de huir de la sala.
Otras agencias confirmaron que la cubierta de la sala se desplomó tras el incendio, y se ha reportado una explosión; ya se había producido una primera cuando se desencadenó el incendio.
En torno al centro comercial donde está la sala de conciertos se han desplegado unidades especiales de la Policía y medio centenar de ambulancias. El presidente Vladimir Putin no se ha pronunciado al respecto ni se ha identificado a los responsables de la masacre.
El pasado 7 de marzo la Embajada de Estados Unidos en Moscú advirtió de un riesgo "inminente" de ataque terrorista contra grandes concentraciones en la capital rusa, y recomendó a los ciudadanos estadounidenses que evitaran las aglomeraciones.
"Estamos monitorizando informes de que extremistas tienen planes inminentes de atacar grandes concentraciones de gente en Moscú, incluyendo conciertos, y se debe aconsejar a los ciudadanos estadounidenses que se abstengan de acudir a estos lugares durante las próximas 48 horas", señaló la embajada en una alerta de seguridad publicada en su página web.
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