Vecinos del reparto Santa Bárbara en Santiago de Cuba detuvieron este miércoles a un presunto ladrón de bicicletas, al que consiguieron colocarle las esposas hasta que llegó la policía y procedió a su detención.
Los hechos sucedieron sobre el mediodía, cuando en la Calle 13, Pasaje #1, el individuo fue visto merodeando y entrando en una vivienda en la que presuntamente intentó sustraer una bicicleta.
Lo más leído hoy:
Una publicación en las redes sociales del periodista independiente Yosmany Mayeta Labrada recabó el testimonio de vecinos que afirmaron que “vio que la bicicleta estaba fuera y la puerta entrejunta, y salió con ella como si nada”.
Así lo describió Mercedes, una de las habitantes de la casa donde el joven cometió supuestamente la fechoría. “Los vecinos se dieron cuenta y rápido le cayeron atrás y lo capturaron”, relató.
Otro residente de la zona señaló que la bicicleta se encontraba en la vivienda de Enrique Figuerola Miranda, activista de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) y defensor de los derechos humanos. Mayeta Labrada confirmó esta información con la esposa del activista.
Según testimonios de vecinos de la comunidad, el supuesto ladrón “confesó públicamente que se encontraba bajo libertad condicional”. Un video compartido por el informador mostró al joven con las manos atadas hasta que llegó una patrulla de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), que se le llevó detenido.
Mientras el régimen cubano insiste en negar que exista un aumento de la violencia en Cuba, y achaca a las redes sociales y supuestas "campañas" de la oposición la alarma que genera en la población la creciente ola de robos y criminalidad, la realidad sigue dejando evidencias del aumento de la inseguridad en Cuba.
El evidente deterioro de las condiciones de vida en Cuba ha propiciado el aumento de los asaltos y robos con violencia, así como también ha dejado en evidencia la incapacidad o desinterés de las autoridades en reforzar la seguridad contra estos hechos.
Por ese motivo, son frecuentes las noticias de vecinos que capturan a delincuentes y actúan espontáneamente en pro de mantener la seguridad en sus barrios, llegando en ocasiones a protagonizar lamentables escenas de linchamientos movidos por la indignación.
A finales de octubre pasado, una partida de vecinos logró atrapar a un ladrón de animales en el poblado de Boquerones, en Santa Clara. Los vecinos llamaron a la policía que arrestó al ladrón, quien estaba presuntamente “circulado por otros robos en la zona de Boquerones, Sakenaf y en el municipio de Ranchuelo”.
En agosto, vecinos del municipio de Arroyo Naranjo, en la capital cubana, capturaban a un ladrón in fraganti luego de que asaltara a un joven con un cuchillo para robarle una mochila con dinero, durante la compraventa de un refrigerador en la barriada de Calleja. “Me tiró a pinchar. Si no me caigo para atrás me mata”, contó la víctima.
Dos meses antes, vecinos de la localidad de Santa Rosa, en el municipio granmense de Campechuela, casi linchan a un ladrón de animales al que inmovilizaron, amarraron y golpearon insistentemente. Un video en redes sociales mostró a los pobladores del lugar atando una soga al cuello del ladrón y tirando de ella en actitud de ahorcamiento.
Archivado en: